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Flavio Mendoza llega a Rosario este fin de semana para festejar los diez años de “Stravaganza”

El bailarín, director y productor dio detalles de la puesta que combina danza, acrobacia, canto, actuación y humor con un gran despliegue tecnológico. “Tiene mucha emoción, risas y un vestuario increíble”, adelantó acerca de este gran festejo


Este fin de semana, el creador y productor escénico Flavio Mendoza volverá a pisar suelo rosarino para festejar los diez años de uno de sus espectáculos más emblemáticos: Stravaganza. La propuesta, que combina danza, acrobacia, canto, actuación y mucho humor, con un gran despliegue tecnológico y más de cuarenta artistas en escena, se podrá disfrutar este viernes y sábado en el Salón Metropolitano del Shopping Alto Rosario.

Una década pasó desde que la idea empezó a tomar forma. “Yo venía de ser bailarín y si bien tenía mucha popularidad por haber estado con (Marcelo) Tinelli, todos los productores me decían que no iba a vender ni una entrada. A mis propios productores le decían eso. En ese momento yo sabía de todo ese «run run» y tenía mucho miedo porque había hipotecado mi casa y el productor había apostado en mí y no sabía qué iba a pasar”, contó Mendoza en un rueda de prensa en la que se encontró con los medios rosarinos la semana pasada.

“Aparecí con una locura, una producción tan grande que decían: «No nos dan los números» y no daban los números”, reconoció. Y recordó: “Después pasó lo que pasó. Cuando debutamos ese año un 25 de diciembre ya no teníamos entradas para todo enero, nunca pasó algo así en temporada. Y así pasó febrero y pasó marzo, y todas las obras terminaban y yo seguía en cartel. Fue una locura”.

De esa primera experiencia pasaron diez años en los que Flavio Mendoza se alzó con la mayoría de los premios que se entregan al teatro argentino en temporada y batió récords de público. Este año, después de una pandemia y de haber apostado a otras producciones, decidió volver a este show, redoblar la apuesta y festejar. El armado de Stravaganza 10 años “fue arduo”, según expresó. “Alquilamos un lugar gigante en Buenos Aires para poder poner todos los aparatos, todas las cosas y empecé a pensar qué quería hacer. Hicimos un desglose de los todos los años de Stravaganza, buscamos los mejores momentos. Después, entre los mejores momentos y todo lo nuevo, me quedó un show como de cuatro horas”, dijo entre risas. “Armarlo fue un trabajo de 24 horas pero salió”, contó.

“Se logró el mejor Stravaganza de todos”, aseguró Mendoza. Y en el mismo sentido, explicó: “Tiene mucha emoción, tiene mucha risa y un vestuario increíble. Después de muchos años volver a reflotar lo que fue el agua, que es un elemento que no es tan común usar en un espectáculo, le da ese toque diferente a todo lo que se hace”.

“Mi mayor éxito fue la gente. Tantas personas que fueron a ver el espectáculo y que lo siguen yendo a ver. Y me pasa, aunque soy un chico joven, que hay chiquitos que me dicen: «Yo nunca había visto este espectáculo y mi mamá sí». Y también: «Yo te veía cuando era chiquitito». Es que diez años en un niño es mucho tiempo. Lo que sí me pasa es que sigo experimentando las mismas sensaciones. Vengo acá y tengo cagazo, sigo con esos nervios de volver a las funciones, de si le va a gustar al público o no; me sigue pasando todos los días”.

La pandemia

“Nadie estaba preparado para los que nos pasó”, dijo Mendoza consultado sobre el aislamiento y la pandemia del covid-19. “A mí me puso vulnerable. Nunca tuve miedo, pero en la pandemia me asustó mucho el ser humano, cómo se comportó. Se pegaba la gente por un papel higiénico en el supermercado. Digo, si se peleaban por un papel higiénico, mañana se convierten en zombies y qué hago, me preguntaba. Era como raro y ahora lo tomamos como que ya pasó, como que tenemos muy poca memoria, no sé si somos los argentinos o es todo el mundo. Yo no me olvido que se murió mucha gente y me quedó grabada esa imagen de ese padre que entraba con la nena en los brazos en una provincia y que nadie lo ayudaba. Yo dije: «Esto no es lo que yo quiero para mí». Ese comportamiento me parece que es egoísta, es inhumano, es horrible. Vi tantas cosas que mi cabeza cambió con respecto a cómo admiraba a otros artistas y dejé de admirarlos. Es re loco lo que me pasó, pero es algo que no sé cómo explicarlo, me siento como autónomo, no me siento parte de un sistema o de un lugar de los artistas. Si bien soy artista, porque es lo que hago, me cambió mucho la cabeza. En algún punto, hacer un espectáculo es una cosa frívola, pero mi búsqueda tiene que ver con otra cosa, cosas que busco en mi vida hace varios años, más ahora que soy papá”, aseguró.

Y sobre el después de todo eso y el hecho de apostar a una superproducción en un momento muy complicado del país, analizó: “Mi idea es demostrar que se puede. Hay gente que está todo el tiempo en contra de uno o del otro, creo que no sirve eso, sirve hacer. Siento que hay que ocuparse y me ocupo”.

“Quiero hacer lo que quiero hacer y convenzo a gente que esté conmigo para lograr un objetivo que es hacer el mejor espectáculo de la historia. Eso es para mí, quizás para vos no lo sea, pero yo siento que estoy haciendo algo bien y no me quedo diciendo «no es el momento, el país está detonado». Siento que con trabajo las cosas salen”, agregó convencido.

La casa y las redes

Consultado sobre cómo se organiza entre los ensayos, los viajes y la paternidad, Mendoza aclaró: “Tengo la suerte que hace dos años llegó Waldo a mi vida que es mi pareja y ellos se aman. Ahora Dionisio está con él en Buenos Aires, y yo estoy super relajado. Si bien están mis hermanas y tengo una niñera que me ayuda, para mí es muy importante que él esté bien. Muchas veces viene conmigo, hoy no vino (a Rosario) porque sino siempre falta al jardín y ya tuve reuniones de padres que me pidieron que no falte mucho (risas). Pero bueno, su papá viaja y no lo voy a dejar de hacer. En el espectáculo también cuento un poco eso: lo que me pasó en todos estos años que fueron momentos muy feos y momentos muy felices, como la llegada de Dionisio”.

“Por ahí suena cursi pero este festejo de los diez años tiene que ver con celebrar la vida porque no sabemos cuánto tiempo más vamos a estar acá. Es difícil, pero hay que trabajarlo, yo lo trabajo todos los días. Trato de ser mejor persona, de disfrutar las pequeñas cosas, antes capaz que estaba metido en una locura e iba para adelante como caballo”, reconoció.

Para finalizar, y en respuesta a cómo ve el auge de los y las influencers que parecen haber copado cierto sector del show business, dijo con ironía: “Siempre me acuerdo de que hubo una época que había videoclubes por todos lados. En cada cuadra había uno. Después de eso apareció BlockBuster que era este mercado de las películas y después las plataformas. Las cosas fueron desapareciendo pero siempre quedó algo: el arte y el teatro siempre estuvo. Lo de los influencers está buenísimo, pero de esos influencers van a quedar muy pocos si no tienen talento o si no muestran algo más. Obvio que hay influencers que hacen cosas buenísimas”.

Una marca personal

Con Stravaganza, Mendoza propuso un nivel y un tipo de producción que en ese momento era atípico en el teatro argentino, pero él no considera haber marcado un quiebre. “Yo no veo que los otros espectáculos hagan lo mismo. Creo que a cada uno le funciona el producto que le funciona. Yo hago esto y me doy cuenta que cuando quiero hacer un espectáculo chico termino con veinte artistas en escena. Creo que me queda bien ese tipo de espectáculos. Puedo hacer otros, como he hecho, pero por ahí no es donde la gente me quiere ver a mi. Hay espectáculos de una sola persona que son maravillosos, a mí me gusta que un espectáculo te tenga todo el tiempo en tensión y que te emocione. Que digas: «¿Y ahora que viene?». Esa me parece que es mi fórmula”, aseguró.

Para concluir, Mendoza dijo que el balance de estos diez años lo podría resumir en una frase: “No me equivoqué”. Y explicó: “Quise ir por algo y aunque me dijeran que no todo el tiempo, lo hice. Yo no soy ejemplo de nada, pero sí le digo a montones de bailarines y acróbatas que trabajan conmigo que si quieren algo tienen que luchar para hacerlo. Por ahí no lo lográs, no llegas a la meta, pero vas a quedar cerca”, agregó.

“Cuando empecé, lo hice como modelo, no quedaba en los casting, no era tan lindo como mis amigos que sí quedaban (risas). Y mi hermana me dijo algo muy sabio: «Quizás no seas el mejor modelo del mundo, pero capaz que seas el dueño de la agencia». Y es verdad, es que si vos realmente buscas algo, algo de eso vas a encontrar”.

Para agendar

Stravaganza 10 años se podrá ver este viernes, a partir de las 21.30 y este sábado con dos funciones, a las 19 y a las 21.30, en el Salón Metropolitano del Shopping Alto Rosario. Las entradas están a la venta en boletería del Teatro Broadway (San Lorenzo 1223) o a través de entradauno.com

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