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Drama humano

Fin de la frontera abierta

Alemania impuso controles en la frontera con Austria para limitar el ingreso de los refugiados que llegan desde Asia y África. Ayer no funcionaron los ferrocarriles que unen a esos dos países.


Después de dos semanas de cálidas bienvenidas a decenas de miles de refugiados en Munich, el gobierno alemán impuso ayer controles fronterizos y movilizó a cientos de policías al límite sur con Austria “para limitar las entradas actuales y volver a los procedimientos normales”. En tanto, hoy se realizará una cumbre de ministros del Interior de la Unión Europea (UE) en Bruselas (Bélgica), para discutir la propuesta del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, de dividir 160 mil refugiados en los próximos dos años entre todos los estados miembros.

El primer ministro alemán, Thomas de Maiziere, anunció ayer el establecimiento de controles fronterizos y destacó que sólo podrán entrar al territorio desde Austria aquellos que tengan la documentación necesaria.

En otras palabras, todos aquellos refugiados que fueron registrados en algún otro país de la Unión Europea (UE), como al desembarcar en Grecia o al pasar por Hungría o Austría, deberán volver a ese territorio, donde según el Acuerdo regional de Dublín deben pedir formalmente asilo político.

Además, se podría considerar que aquellos que no se hayan registrado ni en Grecia ni en Hungría ni en Austria ingresaron ilegalmente a la UE y no cumplieron con el procedimiento debido para pedir asilo político.

La decisión de Berlín, que podría ser aplicada con menor o mayor rigidez, se conoció en la víspera de la cumbre de ministros del Interior de la UE de hoy en Bruselas. En esa cumbre volverán a enfrentarse los estados miembros más cerrados que se niegan a absorber a los refugiados recién llegados y los otros, como Alemania, que piden repartirse la responsabilidad de la actual crisis.

Pero las reacciones de sus vecinos europeos no esperaron hasta el encuentro de hoy. El gobierno de República Checa, uno de los miembros de la UE que se niega a recibir a miles de refugiados, anunció ayer que va a reforzar la vigilancia en su frontera con Austria ya que una vez cerrada la vía Viena-Munich, la ruta a través de Praga podría ganar popularidad entre los cientos de miles de personas que siguen avanzando a través de Europa en busca de un futuro.

El ministro del Interior checo, Milan Chovanec, no quiso adelantar qué medidas de seguridad tomarán en la frontera, según informó la cadena de noticias local CT24.

Por su parte, el gobierno de Austria anunció que no copiará a Alemania imponiendo controles en su frontera sur con Hungría.

Luego de hablar con su par alemana, Angela Merkel, el canciller austríaco, Werner Faymann, informó que no tomará ninguna medida, pero advirtió que no pueden “predecir cómo va a ser el atasco” en la frontera con el territorio germano.

En tanto, el ministro de Interior rumano, Gabriel Oprea, anunció ayer que votará en contra del sistema de cuotas obligatorias que propuso la semana pasada Juncker. A Oprea lo apoyan otros países del este de Europa como Hungría, República Checa, Polonia y Eslovaquia. Reino Unido, en tanto, también se mantiene reticente a sumarse al plan europeo.

Por otra parte, el debate de mañana en Bruselas también expondrá que aun los países miembros que han estado recibiendo refugiados quieren comenzar a frenar el flujo de personas que cruzan sus fronteras. Entre este grupo se destacan Alemania, Francia, Austria y Suecia.

Desde hace meses, la ruta privilegiada de los refugiados que llegan escapando de guerras y conflictos violentos en Medio Oriente comienza por tierra hasta Turquía, de ahí continúa por agua por el mar Egeo y una vez en Grecia suben por el continente a través de los Balcanes, Hungria, Austría y, finalmente, Alemania o los países nórdicos.

Alemania y Austria llevaban dos semanas aplicando una política de fronteras abiertas que ha permitido que alrededor de 63 mil refugiados lleguen a la ciudad de Munich.

Sólo anteayer las autoridades de Munich registraron el arribo de 12.200 personas en tren y en Viena al menos 8 mil personas entraron al territorio para continuar viaje hacia Alemania.

Ni bien el ministro De Maziere anunció el fin de la política de fronteras abiertas, la empresa nacional de ferrocarriles Deutsche Bahn informó que se suspendían todos los trenes que hacen la ruta Alemana-Austria hasta hoy a la mañana, unas horas antes de que se reúnan los ministros del Interior de la UE.

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