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Fiestas callejeras: el caos de Echesortu reactivó polémica

Una convocatoria que reunía a cientos de jóvenes en Lavalle y Rioja terminó abruptamente con un operativo policial. “No podemos ni entrar ni salir de nuestras casas”, afirmó uno de los vecinos que resisten el festejo.


“Esta fiesta se viene haciendo todos los 24 de diciembre desde hace cuatro años y cada año que pasa se pone más violenta. Los vecinos de barrio Echcesortu no salen a festejar a la calle, los chicos se convocan en la puerta del Atlantic Sportsmen Club, a través de las redes sociales. Nosotros no podemos dormir hasta las 7 de la mañana por los disturbios y los ruidos. No podemos ni entrar ni salir de nuestras casas”; así contó a El Ciudadano Pablo Cepeda, un vecino que vive desde hace 35 años al lado de la institución de Lavalle al 900, y advirtió que ya es una costumbre que esta fiesta se extienda sobre la calle, se corte el tránsito y los autos pongan música. Pero esta vez fue diferente: el festejo terminó alrededor de las cuatro de la mañana en forma intempestiva, con presencia policial y, según denuncias, a fuerza de disparos de bala de goma.

Cepeda contó que él junto a su mujer comenzó semanas atrás a juntar firmas de todos los vecinos del barrio y las presentaron en el Centro Territorial de Denuncias de Mendoza y Cafferata. Además remarcó que el club, como todos los años, cerró sus puertas el 24 de diciembre a las 19 y recién abrió en la Navidad por la mañana, por lo que nada tuvo que ver con la convocatoria.

“No son chicos del barrio. Vienen caminando, en moto y con la heladerita y las botellas bajo el brazo. Llegan y se sientan en los umbrales de las viviendas. Llamé a la Guardia Urbana Municipal (GUM) a las 2 de la madrugada y me respondieron que entendían la situación pero que no podían hacer nada. A las 2.30 llamé a la Policía y llegaron cerca de las 3.30 de la madrugada, fue todo un descontrol. Algunos ya vienen armados”, describió el hombre.

Desde el Ministerio de Seguridad provincial afirmaron que antes del procedimiento hubo 39 llamados de los vecinos al 911 y negaron excesos de los agentes.

Según relató Pablo, los incidentes se extendieron durante 10 minutos, cuando la mayoría de los asistentes salieron corriendo y se reagruparon en la estación de servicio de Córdoba y Avellaneda.

“En un principio eran pocos chicos y hasta un vecino les daba la luz. El festejo del 24 de diciembre pasado eran más de mil. Dejaron restos escatológicos, cajas de pastillas, botellas de alcohol rotas y hasta tuvieron relaciones sexuales. Estoy de acuerdo con que la juventud se divierta, pero la libertad de cada uno termina cuando empiezan los derechos de los demás”, expresó el vecino.

Cepeda hasta aseguró que en la noche de los festejos llegaron algunos vecinos para entrar a sus domicilios y fue imposible debido a la gran multitud de personas que estaba en el barrio.

“Una vecina que vive arriba de mi casa, cuando quiso bajar del auto, se lo patearon. Yo tuve que trabar la puerta de mi casa con muebles porque el año pasado me la rompieron”, detalló Pablo.

Cepeda aseguró que Echesortu es un barrio tranquilo, que no hay disturbios ni problemas, y  los vecinos ante este tipo de situaciones no quieren ni salir a la puerta porque tienen miedo.

Y concluyó: “Si la Policía hubiera venido a las 2 de la mañana, esto no hubiera pasado y dormíamos tranquilos. No quiero que vuelva a suceder nunca más. Los pibes estaban todos sacados. Le damos gracias a la Policía porque si no todavía los tenemos sentados en las puertas de nuestras casas”.

A pocas cuadras, más disturbios

Algo similar ocurrió en otro punto de la ciudad donde los jóvenes se suelen concentrar a festejar las fiestas de fin de año: en Zeballos e Iriondo. Allí el accionar policial fue “más rápido”. Después de la sexta denuncia recibida en el 911, entre las 2.19 y las 2.48, personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) y la Policía de Acción Táctica (PAT) desarmó la fiesta.

El doble procedimiento que impidió el festejo generó preocupación por lo que ocurrirá la noche del 31, que suele convocar a más personas que el 24. Desde el Ministerio de Seguridad afirmaron que se mantendrá la misma política y ante las denuncias de vecinos por descontrol o desmanes se intervendrá para “cuidar a las personas que viven en el lugar y que no pase a mayores”.

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