Espectáculos

Los Palmeras y la Filarmónica

Fiesta popular en bulevar Oroño: 120.000 almas

Las luces de los celulares del público se veían en bulevar oroño entre 27 de febrero y Pellegrini. El cierre fue a puro baile con el tradicional "Bombón asesino". El 11 de marzo se presentan en el Obelisco, en plena Capital Federal.


Los Palmeras y la Filarmónica ante una multitud en bulevar Oroño. Foto: Juan José García.

Los Palmeras son nuestros Rolling Stones. Indiscutidos, populares y con décadas de giras. Desafían al tiempo. Mick Jagger y Keith Richards o Cacho y Marcos nos enseñan que el rock and roll o la cumbia no es cosa sólo de jóvenes. Este domingo también confirmaron que no existe la música grande, esa de teatros y entradas carísimas, sino los grandes músicos. Superaron lo hecho el año pasado en el ex Batallón 121 y juntaron a más 120 mil personas en el Parque Independencia para escucharlos dar clase con la Filarmónica de Santa Fe.

Los primeros fans de Los Palmeras llegaron a las 11 de la mañana cerca del Rosedal, pero cuando eran las dos de la tarde ya habían colmado las primeras filas. A las 19.30, horario en el que empezó a sonar la música de la orquesta, más de 120 mil personas bailaban al son de Los Palmeras. Y el público recorría bulevar Oroño, desde 27 de Febrero hasta avenida Pellegrini.

Los periodistas Gabriela Peralta y Juan Junco fueron los encargados de conducir el recital, donde  introducían cada uno de los 21 temas previstos con una historia. En el público, los flashes parecían convertirse en un espectáculo de luces que protagonizaba una marea humana que no paraba de bailar. No faltaron ni el gobernador Miguel Lifschitz, ni la intendenta Mónica Fein, ni buena parte de los miembros de ambos gabinetes.

El espectáculo superó en público al polémico recital en Santa Fe, donde fueron  90 mil personas al lado del puente colgante, y a los que colmaron el Batallón 121 en Rosario.

La cifra fue confirmada por el propio gobernador Miguel Lifschitz en su cuenta de la red social Twitter.

Una de las claves de que la cumbia se fusione tan bien con la Filarmónica se llama Rubén Carughi, el director de la gran orquesta que además realizó todos los arreglos de los temas. Es el hombre del sombrero que dirigía la orquesta, bailaba al ritmo de la música y por momentos le daba la espalda y marcaba el movimiento al público, la otra gran orquesta que sonaba fuerte, transformando la velada en el hecho musical más importante de la provincia.

Carughi contó que lo más importante “es propiciar que la gente se  acerque al concierto y disfrute de esta música que une muchas diferencias; cómo suena la música de Los Palmeras tocada con otros instrumentos o escuchar introducciones del repertorio de ellos a la manera de Mozart. Invito a disfrutar y conocer nuevos cruces. El resultado es maravilloso. Es un trabajo hecho con una calidad artística al mejor nivel de cualquier espectáculo mundial”. Es que antes de estudiar música, Carughi seguía por todos lados a Los Palmeras, es por eso que según Marcos Camino, uno de los líderes del grupo de cumbia, nadie más que él podría haber hecho los arreglos de esa manera.

La banda santafesina que  se coló en los lugares donde no estaban invitados, en los boliches chetos, en las fiestas de clase alta, y abrieron la puerta para todos los que venían atrás. Ahora escalaron más alto todavía y, después de fusionar los temas cumbieros con la Filarmónica de Santa Fe y coros, hicieron un puente sobre una grieta enorme y unieron dos géneros que nunca antes habían caminado juntos. Muchas de las 120 mil personas escucharon este domingo por primera vez una Filarmónica.