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Contar en dibujos

Femiñetas, el periódico de comic feminista que une Rosario y Barcelona

Hace dos años la periodista y comunicadora Flor Coll migró desde Rosario a la ciudad catalana y creó una publicación que propone una mirada feminista en viñetas. Lleva seis ediciones con la participación de más de 130 ilustradoras y escritoras

Foto Alejandro Guerrero

Hace dos años Flor Coll migró a Barcelona para hacer un máster en comunicación y género. Tenía 38 años y estaba en crisis con su profesión de periodista y su título de comunicadora social. Durante el cursado investigó sobre mujeres y disidencias sexuales que se dedican a la ilustración. Miró de cerca las producciones que se tejían desde hacía dos décadas de la mano de conocidas referentes pero también dedicó atención a las ilustradoras que emergieron con la explosión de los feminismos, después del primer Ni Una Menos de 2015. Hizo un cuestionario, las contactó, les preguntó por su trabajo y les hizo una propuesta: ser parte de un periódico feminista que contara todas las historias a través del comic. Así nació Femiñetas, una publicación en papel de diario que en un año imprimió seis ediciones y publicó a más de 130 ilustradoras y escritoras de uno y otro lado del océano Atlántico.

“A los 40 años Femiñetas fue la forma que encontré de reconciliarme con mi profesión. Me hizo entender por qué estudié comunicación social. Armar un proyecto desde la autogestión me permitió conocer y conectar con ilustradoras de distintos lugares. Es un trabajo que da sentido a todas esas herramientas que te da la universidad”, contó en diálogo con El Ciudadano.

Femiñetas combina dos formas de pensar la producción editorial que para muchos medios podrían resultar antagónicas. Coll lo pensó como un periódico impreso por su amor al papel. Pero lejos de la idea de los diarios del siglo XX, la redacción no está en un lugar físico: es virtual e interoceánica. Conecta a ilustradoras, dibujantes, escritoras, poetas y periodistas de distintas partes del mundo, principalmente de Rosario y Barcelona, las dos ciudades de Coll.

Cuando la periodista investigó, notó que había una tradición de comics e ilustraciones de mujeres y disidencias con más de 20 años de historia. A ellas se sumaba una generación nueva que había hecho de la ilustración un acto político y colectivo. Grupos como la Cuadrilla Feminista, que reúne a 20 ilustradoras de Rosario, le mostraron que había un circuito de producción con identidad propia. Pero las nuevas generaciones llegaron con nuevas formas de hacer circular los contenidos. “Las pibas se autopublican, organizan ferias, festivales, hacen intervenciones en la calle. Estamos ante un feminismo interseccional que se pregunta por quién es el sujeto político, que pone en discusión todo y Femiñetas forma parte de ese universo”, explica Coll.

La novedad de Femiñetas es que en tiempos de hipercirculación de fotos y videos plantea un diario en el que todas las historias son contadas con dibujos. En sus páginas una periodista entrevista a la productora de porno feminista Jesika Lust en Berlín, una dibujante ilustra la nota desde Córdoba y el diagrama se hace en las madrugadas entre Rosario y Barcelona. Dibujantes cubren festivales y lo cuentan en viñetas así como el debate del aborto tiñe con ilustraciones verdes las páginas. Una edición dedica la tapa a DJs mujeres, trans y no binaries que cuentan sobre su lugar en el circuito de la música electrónica, mientras otra dibuja la diversidad funcional y la última habla del vínculo entre los incendios del Amazonas, la ecología y el feminismo.

Ser migrante

El 8 de marzo de 2018 Coll participó de la marcha y del Paro Internacional de Mujeres y Disidencias en Barcelona. Era una movilización enorme y marchó con las mujeres migrantes, que habían sido relegadas al final de las columnas. Para ella la llegada a la ciudad catalana fue pensarse por primera vez como migrante.

Al año siguiente, las mismas encabezaron la marcha del 8M. “Creo que el feminismo es cada vez más interseccional. Se está dando la discusión de los privilegios y si hay un sujeto político del feminismo o si hay muchos, como también pasa en Argentina. Este tiempo fue de mucha conciencia y mucha evolución de la forma de pensarme como migrante y de pensar el feminismo. Estar lejos te pone en un lugar distinto, te hace crear una red afectiva, conectar con otras personas que están en la misma situación que vos. Tiene que ver con el lazo social y la red afectiva que hace posible no sólo Femiñetas sino vivir en un lugar como migrante”, contó.

En minúscula

Coll escribe su nombre en minúscula. Durante años lo hizo sin darse cuenta, casi como un acto reflejo. Cuando leyó a Bell Hooks encontró los motivos por los que no jerarquizaba letras en su identidad. La feminista norteamericana escribe su nombre de esa manera como una forma de cuestionar el canon gramatical en una búsqueda que hace que ningún nombre propio sea más importante que las historias a contar. “Cuando estaba armando Femiñetas decidí hacerle un homenaje y que todos los nombres sean en minúscula para pensar la horizontalidad del feminismo también desde ese lugar”, explicó.

Dónde conseguir Femiñetas

En Rosario Femiñetas puede conseguirse en La Libre librería (San Martín 1168), Arde Libros, (Sarmiento 783, local 13), Paradoxa Libros (Mendoza 923), Mal de Archivo (Moreno 477), Buchin libros (Entre Ríos 735), Sahuira Tienda (Alvear 576), Bigba Café (Catamarca y Alsina), Make My Day (Sarmiento 574) y Paleta en Mano (San Juan 788).

En Buenos Aires está disponible en Musaraña libros (J. Maria Paz 1530, Vicente Lopez) y en Ciudad de Buenos Aires en Céspedes Libros (Cespedes 3065, Colegiales), Espacio Moebius (Bulnes 658) y en Berlin Grafik (Montevideo 88).

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