Un tribunal técnico de la ciudad de Cruz del Eje absolvieste viernes por la tarde a un peón de albañil que llegó a juicio por jurados como acusado por el femicidio de la mochilera Cecilia Basaldúa, de 35 años, cometido en abril del 2020 en la localidad cordobesa de Capilla del Monte. Así el tribunal técnico de la Cámara del Crimen cerró la última audiencia luego de que el jurado popular declarara inocente a Lucas Bustos y dispusiera su absolución, tras lo cual ordenó que se remitieran las actuaciones para una nueva investigación.
Lucas Bustos, de 25 años, era el único acusado en el caso que conmocionó a la provincia en abril de 2020 y llegó este viernes por primera vez a las audiencias desde su casa y no desde la cárcel luego de la decisión del Tribunal en la última audiencia de dejar sin efecto la prisión preventiva dictada desde el momento de su detención del 29 de abril de 2020.
“Se hizo justicia doblemente porque no se condenó a un inocente y porque mi hija va a tener una segunda oportunidad para que se esclarezca el asesinato”, dijo Daniel Basaldúa, padre de la víctima, a la agencia de noticias Télam luego de escuchar el veredicto.
En tanto, Susana Reyes, madre de Cecilia, aseguró estar “muy conforme” con la decisión del jurado que “ha puesto fin a un mamarracho judicial que sólo pretendía condenar a un inocente para la impunidad de los verdaderos responsables” del crimen.
El fiscal de Cámara Sergio Cuello había pedido horas antes en los alegados de clausura una pena de prisión perpetua para Bustos por el crimen de Cecilia Basaldúa. El funcionario judicial había solicitado que se lo declare autor penalmente responsable del delito de tentativa de abuso con acceso carnal y homicidio doblemente agravado por criminis causa y por mediar violencia de género.
El fiscal dijo que “hay medios suficientes para acusar. Son pruebas de indicios” que incriminan a Bustos, aunque admitió que “es un caso complicado desde el punto de vista de las pruebas”.
Asimismo, destacó que “la prueba contundente es la confesión” del crimen que Bustos hizo ante policías, la cual “no está puesta en dudas”, ya que el imputado “nunca dijo que fue apremiado” para declararse culpable del femicidio sino que “lo hizo voluntariamente”.
Después de Cuello, alegaron las querellas encabezadas por la abogada de la familia de la mochilera, Daniela Pavón, y el letrado Gerardo Battistón, por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación (DDHH), los cuales coincidieron en pedir la absolución.
Pavón solicitó la absolución de Bustos al considerar que “las pruebas indiciarias mencionadas por el fiscal no son suficientes” y solicitó que se “remitan las actuaciones para que se realice una nueva investigación”.
“Nadie en este juicio mencionó a Bustos”, dijo la letrada, quien aseveró que este debate no conduce al esclarecimiento y que se le dieron “dos años de ventaja a los verdaderos asesinos”.
Por su parte, Battistón, al pedir también la absolución de Bustos por “ausencia de pruebas”, añadió que el albañil fue vinculado al caso porque “no tenía recursos intelectuales ni materiales para defenderse” y “lograron acorralarlo y sin evidencia”.
“No se ha investigado correctamente y no se han valorado pruebas importantes. La investigación fue solamente policial y no judicial”, cuestionó.
Este viernes, antes del inicio de la audiencia, los propios padres de la víctima, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, dijeron que esperaban que este debate terminara para que pueda iniciarse una “nueva investigación, seria y responsable”.
El femicidio
Cecilia Basaldúa, residía en la ciudad de Buenos Aires y en 2015 había integrado la Selección Argentina de Hockey sobre Hielo, comitiva que participó de los Juegos Panamericanos en México y, a concluir la competencia, se quedó en ese país para luego recorrer, por cinco años, otros destinos americanos. En 2019 regresó a la casa de sus padres, en el barrio porteño Núñez, y pasó las fiestas de fin de año y vacaciones con su familia.
En marzo de 2020, en el inicio de la pandemia del coronavirus, se trasladó a Capilla del Monte para instalarse en esa localidad al pie del cerro Uritorco para comenzar a escribir sobre las experiencias de esos viajes.
El 5 de abril de ese año fue vista por última vez y su cuerpo fue hallado a los 20 días, el 25 de abril en una zona rural de Capilla del Monte, cercana a la ruta nacional 38 y a unos 500 metros del río Calabalumba y en las proximidades de la vivienda del único imputado.
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