Como en los últimos años, la pugna entre el helvético y el mallorquín, en un duelo que ya ha entrado en la historia del tenis, se presenta apasionante y con pronóstico incierto, sobre todo teniendo en cuenta lo ocurrido en 2009.
Ambos llegan como favoritos al Abierto australiano, pero también con dudas, sobre todo Federer, que ha decepcionado en sus dos torneos de 2010: en la cita de exhibición de Abu Dabi cayó en semifinales ante el sueco Robin Soderling y en el torneo de Doha, en la misma ronda contra el ruso Nikolay Davydenko.
Por su parte Nadal llega al verano de Australia tras llevarse el trofeo de Abu Dabi, pero tras quedar en puertas del de Doha, al verse superado también por Davydenko.
En la competición femenina, los focos se centrarán de entrada en la belga Justine Henin, ex reina del circuito WTA y regresada este 2010 a las pistas tras retirarse en 2008. Sin ser cabeza de serie por su baja posición en el ránking, participará con una invitación.
Un camino similar siguió al final de la pasada temporada su compatriota Kim Clijsters, decimoquinta cabeza de serie en Australia, que salió de su retirada y sumó directamente un gran éxito, al conquistar el Abierto de Estados Unidos en Nueva York.