El periodista Facundo Pastor denunció hoy que fue golpeado, amenazado y que hasta le gatillaron un arma en la cabeza los policías que lo detuvieron esta madrugada durante un control vehicular en el barrio porteño de Coghlan. En tanto, la policía aseguró que el periodista fue detenido cuando golpeó e hirió accidentalmente con su auto a uno de los policías que realizaban el control.
A raíz de las declaraciones de Pastor en los medios, las autoridades policiales ordenaron la intervención de la Superintendencia de Asuntos Internos para deslindar posibles responsabilidades de los policías que actuaron en el episodio.
“Me gatillaron un arma en la cabeza, me decían bajate que te quemo, me arrastraron por el piso de los pelos”, aseguró el periodista en declaraciones al canal de noticias América 24.
Según consta en el parte policial elaborado en la comisaría 37ª, todo ocurrió a la 1.30 en el cruce de Monroe y Washington, en el límite entre los barrios de Coghlan y Belgrano. Allí se realizaba un control vehicular y los policías hicieron detener un Peugeot 307 que era conducido por el periodista, a quien le pidieron los documentos del auto y los personales.
El periodista contó que entregó toda la documentación solicitada y que “todo estaba totalmente en regla”, pero que en ese momento comenzaron a pedirle más papeles, como los talones de pago del seguro, “el cual se descuenta de mi cuenta bancaria por débito automático”.
Según el parte, el joven se mostró nervioso y en un momento increpó a los efectivos a quienes les dijo “por qué no se van a agarrar chorros en vez de joderme a mí que soy periodista”.
Unos minutos después, los policías dejaron ir al periodista, quien -según la policía- arrancó su vehículo y, cuando aceleró, golpeó aparentemente de manera accidental a uno de los efectivos que cayó al piso.
Sin embargo, el periodista dijo que cuando arrancó “golpearon el espejo retrovisor y empecé a escuchar que gritaban bajate que te quemo. Me martillaron un arma en la cabeza. Me arrastraron de los pelos por la avenida Monroe y me amenazaban todo el tiempo”.
El joven fue detenido en la comisaría 37ª, donde fue alojado en un calabozo común junto a otros presos, acusado del delito de “lesiones culposas”.
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