Lisandro Olearo
Nada mejor que ver a los All Blacks para poder sobreponerse de la eliminación de Los Pumas en la fase de clasificación del Mundial de Japón. Si bien Nueva Zelanda tenía un compromiso accesible ante Namibia, y el partido clave del grupo frente a Sudáfrica lo pasó con éxito y su presencia en cuartos es un hecho, ver de cerca a los mejores del planeta y en una Copa del Mundo siempre es un privilegio.
Después de una larga jornada en la cobertura de Pumas – Inglaterra, un partido que dejó mucha tela para cortar y llevó más tiempo de lo previsto, hasta entrada la madrugada en Japón. Hubo que madrugar para poder llegar a tiempo nuevamente al Tokio Stadium y así evitar la multitud en los trenes que llegan desde Shinjuku hasta la estación de Tobitakiu.
Pero la recompensa de ver los Hombres de Negro, luego el haka y ochenta minutos de buen rugby es siempre mayor a los esfuerzos o sacrificios que se puedan hacer.
Aunque Tokio amaneció con lluvia, que de a poco se fue disipando, hasta incluso salir el sol, la marea negra kiwi no se detuvo y realizó la perenigración hasta el estadio, pero una parada obliga en los alrededores para comer y la infaltable cerveza, varios repitieron varios vasos de la bebida espirituosa.
La goleada neozelandesa nunca corrió peligro (recibió dos amarillas, con lo cual jugó 20 minutos con un hombre menos), incluso como apertura titular estuvo Jordie Barrett (habitualmente fullback o wing), que con el ingreso de TJ Perenara (medio scrum) pero como apertura, el menor de los hermanos Barrett se corrió a una de las puntas.
La imagen del partido, fue ver a Beauden Barrett, considerado el mejor jugador del Mundo, como aguatero del seleccionado y encargado de llevarle el tee (articulo que usan los pateadores para apoyar la pelota en los envíos a los palos) a su hermano. La humildad de aportar desde el lugar que toque es una característica siempre presente en los kiwis.
Ante 48354 espectadores que pagaron su ticket los All Blacks golearon por 71 a 9 a Namibia, no hubo equivalencias entre un equipo y otro.
En el máximo nivel profesional del rugby también se puede mezclar el espíritu amateur, los dos planteles fueron a los cuatro costados del campo de juego, todos juntos y mezclados saludaron a los hinchas, que no dudaron ni un segundo en ovacionar a los jugadores que durante ochenta minutos dejaron todo sobre el campo de juego. Namibia volverá pronto a casa como Los Pumas, en cambio los All Blacks se encaminan rumbo al tercer título consecutivo.
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