La situación de los productores agropecuarios cambió excepcionalmente en menos de una semana de iniciada la gestión de Mauricio Macri. La eliminación de las retenciones al trigo, maíz, girasol y carne, y la disminución del 35 al 30 en la soja, además del incremento de la cotización oficial del dólar de 9,70 a 14 pesos, provocaron en unos pocos días el aumento excepcional de la rentabilidad del productor.
Al mismo tiempo, y como otra cara de la misma moneda, economistas del Centro de Estudios Scalabrini Ortíz (Ceso) alertaron sobre la baja en los ingresos fiscales, del orden de los 23 mil millones de pesos.
La Fundación Mediterránea, fue un poco más allá y estimó que el impacto fiscal sería de 3.685 millones de dólares (unos 50 mil millones de pesos), lo que significa el 2,5 por ciento de los ingresos tributarios totales del sector público nacional”.
Fuertes ganancias
Tras el combo de medidas tomadas por el gabinete económico de Macri, el productor de soja mejorará 4 pesos por cada dólar que ingrese por la venta de su producción. Recibía algo más de 6 pesos por dólar y con la eliminación del 5 por ciento en la retención más la suba en el tipo de cambio ahora ingresará cerca de diez pesos.
Pero quien siembre trigo, de ahora en adelante recibirá 6,50 pesos más por cada dólar que ingrese, por la quita del 23 por ciento de retención y la suba del dólar. Algo parecido ocurre con el maíz, que tendrá una mejora de poco más de seis pesos y el girasol, que se destaca con la mejora de 7,40 pesos por dólar.
Menores ingresos
La contratara de esta sensible mejora son los datos que aportó esta semana el Centro de Estudios Scalabrini Ortíz (Ceso). Según sus economistas, las medidas le harán resignar al Estado 23.604 millones de pesos y potenciarán “los ingresos de los sectores más concentrados del campo (exportadores) en detrimento de los pequeños productores, aunque a priori dicha pérdida no se puede calcular por las heterogeneidades existentes en el sector y las diferencias de costos en las distintas producciones que abarcan la medida”.
Para el Ceso, “la eliminación de retenciones implica que el Estado cuente con menos recursos para atender a las demandas sociales de infraestructura, obras públicas y asignaciones sociales, entre otros gastos públicos”.
Con ese dinero, explicaron, el Estado podría construir 1.277 escuelas, 2.129 kilómetros de rutas, comprar 2.344 trenes eléctricos 0KM o pagar 88 meses de Asignación Universal por Hijo (AUH) y asignaciones por embarazo”.
Aún por encima de estos números, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea dijo que los más beneficiados serían los productores de soja, que recibirían casi un 25 por ciento de estos recursos (unos 917 millones de dólares), los de maíz un 18 por ciento (667 millones), y los productores de trigo un 8 por ciento (295 millones).
Pérdida para la provincia
Según un trabajo de los economistas del Ceso de Santa Fe Celina Calore, Nicolás Hernán Zeolla y Paula Rodríguez Guerrero, “la eliminación de retenciones impactará en el Fondo Federal Solidario (FGS) o fondo sojero, que tiene por objetivo acercar recursos a las provincias, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a los municipios, para destinarlos a financiar obras de infraestructura sanitaria, educativa, hospitalaria, de vivienda y vial, tanto en ámbitos urbanos como en los rurales, de modo de incidir significativamente en la calidad de vida de la población”.
Este fondo, que está integrado por el 30 por ciento de los montos recaudados en concepto de derecho de exportación de soja, en todas sus variedades y sus derivados, le aporta a Santa Fe el 9,9 por ciento del total, unos 1.060 millones de pesos en lo que va de 2015.
Según los cálculos de los economistas, la provincia dejaría de percibir unos 230 millones de pesos por año, “equivalentes a 12 escuelas, 21 kilómetros de rutas u 8 hospitales”.
Menores precios y perspectivas
El economista Guillermo Rossi, de la Bolsa de Comercio de Rosario, dijo que algo de este impacto positivo podría perderse en virtud de la baja de los precios internacionales que por estos días están teniendo los cultivos, ante la expectativa de la mayor producción en Argentina. De hecho, explicó el especialista, el precio del maíz en Chicago tuvo una baja del 4,5 por ciento en los últimos 15 días, aunque, reconoció, el mercado “es muy dinámico” y podría haber en el corto plazo motivos que lo impulsen a la suba.
Rossi remarcó que los cultivos que fueron liberados de las exportaciones venían “muy castigados”, y resaltó el hecho de que en el último año cayera en un 25 por ciento la superficie sembrada de trigo en el país.
En cuanto a las perspectivas positivas que esta modificación de precios supone, Rossi pronosticó que en principio el trigo que se siembra en mayo podría recuperar ese millón de hectáreas.
Y a la hora de hablar de los márgenes de ganancia, el economista de la Bolsa de Rosario destacó “el margen más atractivo” del maíz, aunque descartó que pudiera reemplazar la siembra de la soja, en virtud de que la oleaginosa tiene la ventaja de la menor inversión por hectárea.
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