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Derechos Humanos

Estela de Carlotto recuperó a su nieto, apropiado en dictadura

Tras 36 años de búsqueda, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo celebró la noticia: “No quería morirme sin abrazarlo”.


Luego de 36 años de incansable búsqueda, las Abuelas de Plaza de Mayo identificaron y restituyeron ayer al nieto desaparecido de la titular de la organización, Estela de Carlotto, en un hecho histórico en la lucha por las víctimas de la última dictadura.

Guido Carlotto se llama hoy Ignacio Hurban, vive en Olavarría, tiene 36 años, es pianista y se encontrará en las próximas horas con su abuela, una de las mayores exponentes de la lucha por los derechos humanos.

La mujer emblema de la búsqueda se mostró muy emocionada en una conmovedora conferencia de prensa, acompañada por su familia, referentes de los organismos de derechos humanos y funcionarios nacionales.

“No quería morirme sin abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar. La silla vacía va a estar con él, los portaretratos que lo están esperando van a tener su imagen. Es hermoso, es un artista, un chico bueno”, relató Carlotto, quien aclaró que todavía no había hablado con Guido, como llamaron a su nieto cuando nació en cautiverio.

Ignacio Hurban se presentó de manera voluntaria para hacerse los análisis de sangre porque tenía dudas acerca de su identidad y su ADN fue cotejado con sus abuelos paternos, que viven en el sur del país, lo cual arrojó un 99,9 por ciento de compatibilidad, convirtiéndose en el nieto recuperado número 114.

La noticia le fue confirmada a Carlotto por la jueza María Servini de Cubría y, acto seguido, la titular de Abuelas recibió el llamado de la presidenta Cristina Kirchner: “Me llamó Cristina llorando. Decime si es cierto, me decía. Lloramos juntas”, señaló la titular de Abuelas en conferencia de prensa.

Cuando la secuestraron, el 26 de noviembre de 1977, Laura Carlotto –que era militante de la Juventud Universitaria Peronista– estaba embarazada de dos meses y medio de su pareja, Oscar Montoya, militante montonero de Caleta Olivia.

Por testimonios se supo que el 26 de junio de 1978 tuvo un bebé al que llamó Guido –en honor a su abuelo– en el Hospital Militar de la ciudad de Buenos Aires.

Luego del parto fue devuelta al centro clandestino La Cacha, sin su bebé (según testigos pudo estar con su hijo Guido sólo cinco horas) y el 25 de agosto de ese año la joven fue asesinada y sus restos fueron devueltos a sus padres.

Desde entonces Estela, junto con otras abuelas, se sumó a las tradicionales rondas en Plaza de Mayo y encaró una larga búsqueda para encontrar no sólo a Guido sino a los 500 niños que se estima fueron apropiados ilegalmente durante la última dictadura militar.

En la conferencia de ayer, Carlotto relató que fue su nieto quien se presentó en Abuelas ante la sospecha acerca de su identidad: “Él me buscó. Cuando le dijeron que era Guido se encajó en su lugar esa pieza que él no entendía por qué no encajaba”, sostuvo.

Aclaró que todavía no darán muchos detalles acerca de la vida del nieto recuperado “por respeto” y porque hay una causa que sigue abierta por su apropiación ilegal tras el asesinato de su madre durante la última dictadura, aunque el hombre tiene una importante trayectoria artística y una biografía pública.

“La historia completa no se sabe todavía, la vamos a armar. Esto es muy fuerte para una persona, así que mantenemos el respeto por él. Sabemos quién lo entregó y sabemos quiénes lo cuidaron. Lo cuidaron bien, afortunadamente, quizá inocentemente”, insistió Carlotto, que precisó que su nieto “fue criado por gente de campo”.

Al declarar en junio pasado en el juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en
La Cacha, donde estuvo su hija mayor, Carlotto había contado que una mujer que había estado detenida en ese centro clandestino de detención, Elsa Campos, se acercó a la pinturería de su marido y les transmitió dos mensajes de Laura: que buscaran a su bebé en la Casa Cuna y que si era varón lo llamaría Guido, como su abuelo.

Recordó además que el 25 de agosto de 1978 recibió una citación para presentarse con urgencia en la comisaría de Isidro Casanova, donde le mostraron el documento de identidad de Laura y le dijeron que había fallecido, pero cuando preguntó por su nieto, le contestaron: “No hay ningún niño, hay un cuerpo”.

“Estaba destruida, mi marido no quiso que la viera. La velamos a cajón cerrado. Se habrán creído que la familia quedaba destruida, se equivocaron. ¿Qué madre olvida? ¿Qué abuela no busca? En la tumba de Laura tomé fuerza para seguir luchando por los 30 mil compañeros desaparecidos y para buscar a su hijo. Tengo trece nietos más pero me falta Guido”, recordó entonces Carlotto.

La recuperación del nieto de Estela de Carlotto, maestra de escuela primaria, constituye un hecho determinante en la historia de lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de sus nietos apropiados por la dictadura, reforzando el camino para encontrar a los casi 400 que aún restan identificar.

“Un día histórico” para la democracia

La referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida, se refirió a la recuperación del nieto de Estela de Carlotto, el hijo de Laura Carlotto, y manifestó que “hoy (por ayer) es un día histórico”. A su vez, marcó la emoción que le produce la noticia, “que es una cosa personal”, y adelantó que visitaría la sede de Abuelas para acompañar este momento. “Tenemos que festejar todos”, agregó.

El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, dijo que la recuperación del nieto de Carlotto es un “logro de los 40 millones de argentinos” y aseguró que “la democracia está eternamente agradecida”.

En la sede de Abuelas, donde Estela de Carlotto anunció la recuperación de la identidad de su nieto Guido, Fresneda, hijo de desaparecidos y militante de la agrupación Hijos en Córdoba, expresó sentir “una enorme satisfacción” por la noticia. “En nombre del Estado, como hijo y como pueblo argentino hemos encontrado la respuesta que correspondía: que es la verdad”, destacó.

Una carta para Guido

En ocasión del cumpleaños número 33 de su nieto Guido (Ignacio Hurban), en junio de 2011, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, escribió una carta dirigida a él, por entonces desaparecido. Ayer, al conocerse la noticia de la recuperación de la identidad del nieto 114, Guido Carlotto, la emotiva carta volvió a divulgarse.

La nota, publicada en un matutino porteño, decía lo siguiente: “Hoy cumples 33 años. La edad de Cristo como decían, decimos, las viejas. Con esta inspiración pienso en los Herodes que te mataron en el momento de nacer al borrar tu nombre, tu historia, tus padres. Laura (María), tu madre, estará llorando en este día tu crucifixión y desde una estrella esperará tu resurrección a la verdadera vida, con tu real identidad, recuperando tu libertad, rompiendo las rejas que te oprimen”.

“Querido nieto, qué no daría para que te materialices en las mismas calles en las que te busco desde siempre. Qué no daría por darte este amor que me ahoga por tantos años de guardártelo. Espero ese día con la certeza de mis convicciones sabiendo que además de mi felicidad por el encuentro tus padres, Laura y Chiquito y tu abuelo Guido desde el cielo, nos apretarán en el abrazo que no nos separará jamás”, concluyó.

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