El ministro de Economía, Axel Kicillof, resaltó esta mañana que “estamos dispuestos a dialogar y llegar a soluciones, pero no a aceptar extorsiones” de los fondos buitres.
“Dicen que el riesgo es el default, pero Argentina ha pagado. Hay un bloqueo del cobro que funciona como extorsión”, se quejó el ministro.
Y añadió: “El 30 de julio no vamos a tener ningún problema. Estamos abiertos a seguir negociando sin extorsiones, sin violar el derecho internacional”.
Kicillof insistió: “estamos dispuestos a dialogar y llegar a soluciones, pero no a aceptar extorsiones. Argentina está dispuesta a pagar a todo el mundo en condiciones equitativas, justas y legales, sin violar ni la ley argentina ni la extranjera, y a hacerlo en base a una negociación plausible”.
“Nadie quiere un default, nadie festeja un default”, resaltó el funcionario, quien a la vez acusó a los holdouts de pretender “tirar abajo el proceso de reestructuración” de deuda, para “volver a dinámica del sobreendeudamiento. Esa es una dinámica del neoliberalismo”.
Kicillof se expresó así al exponer en la reunión del Consejo de Ministros del Banco del Sur, que se lleva a cabo en la sede de la Cancillería.
Del encuentro participan funcionarios de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela, y su objetivo es fortalecer la integración regional mediante financiamiento de proyectos para el desarrollo.
En ese marco, el titular del Palacio de Hacienda resaltó que la Argentina está “dispuesta a negociar y encontrar soluciones” frente al conflicto judicial que se originó en demandas de los fondos buitre.
Pero insistió con que el país no puede abonarle a los buitres tal como lo determinó la Justicia de Estados Unidos, porque de hacerlo, dijo, se dispararían reclamos “por entre 120 mil y 240 mil millones de dólares” de otros bonistas.
“No podemos pagar lo que nos piden porque desencadenaría juicios multimillonarios del 92% (de los bonistas reestructurados). No es que Argentina no tenga vocación de negociar, todo lo contrario. Pero el reclamo pone en riesgo las reestructuraciones de deuda soberana”, enfatizó Kicillof, en referencia a la cláusula Rufo.
Además, apuntó directamente contra los fondos buitre: dijo que se trata de “un 1%” de los bonistas “que no quieren negociar, porque busca obtener ganancias del 1.600%. Compraron los bonos defaulteados en 2008 por 50 millones de dólares y esta sentencia (del juez Thomas Griesa) les reconoce 800 millones de dólares”.
“Argentina durante años, años y años, tomó deuda para pagar deuda, y lejos de ser honrada, la deuda crecía y crecía, hasta que estalló, como no podía ser de otra manera. Esa dinámica ha sido clásica y generalizada durante el neoliberalismo”, planteó el funcionario.
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