“Nos han robado” titula el diario Irish Star mientras que el Irish Mirror definía al jugador de Barcelona como “Le Cheat” (“el tramposo”).
Irlanda se impuso en tiempo reglamentario por 1 a 0, tenía controlado el partido y obligaba a la definición por penales. Pero cuando se jugaba el segundo tiempo del alargue, apareció la jugada que despertaría todo tipo de repercusiones. Un tiro libre cayó en el área, Henry en offside controló con la mano la pelota y cedió el centro para Gallas, que puso el 1-1 que llevó a les Bleus al Mundial. El árbitro sueco Martin Hansson lo convalidó y el juez de línea tampoco intervino.
La prensa tradicional tampoco fue suave en sus apreciaciones. El Irish Independent considera el partido como un “Robo a mano armada” mientras que el Irish Examiner habla de “Robo en plena luz del día”.
El Independent lamenta una “injusticia inmensa para los hombres de verde, que vieron como una metedura de pata del árbitro envía a los francese a Sudáfrica”.
El capitán Keane acusó a Blatter. En la cadena de televisión británica BBC, el hombre emblemático de Irlanda Robbie Keane no escondió su rabia contra los presidentes de la UEFA y la FIFA, culpables según él de haber favorecido voluntariamente a Francia.
“Estoy seguro que están aplaudiendo, con [Michael] Platini sentado, y hablando por teléfono con Sepp Blatter, o que se están intercambiando mensajes de móvil, eufóricos con el resultado”, aseguró.
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