Septiembre

TRABAJADORES Y DERECHOS

Estado y educación: el conflicto docente y las políticas que atrasan

En una votación masiva, lxs docentxs públicos aceptaron la propuesta paritaria del gobierno provincial que devolvió los descuentos por días de huelga. Paulo Juncos, secretario gremial de Amsafe, señaló que fue en disconformidad por insuficiente y continuará el estado de asamblea y movilización  


Juan Pablo Sarkissian

En el marco de una votación masiva, como es costumbre, las y los docentes públicos agremiados en la Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafé), a lo largo y ancho de toda la provincia, definieron aceptar la propuesta paritaria del gobierno provincial.

En efecto, en una conferencia, el secretario del gremio Rodrigo Alonso destacó la “multitudinaria asamblea” y aclaró que aceptaron “pero con condiciones”.

La historia reciente señala que votaron algo más 33 mil docentes, de los cuales 18 mil votaron a favor de aceptar la propuesta del gobierno provincial.

Tal propuesta había sido presentada en la última reunión paritaria realizada en la Casa Gris, en Santa Fe, la cual consta de un incremento del 39 por ciento escalonado. Además, luego de las amenazas de la gestión de Omar Perotti sobre descontar los once días no dictados de clase en agosto, amparados en su ejercicio por el derecho a huelga, el gobierno se comprometió a devolver esa quita, que efectivamente se concretó.

En diciembre se efectivizará la cláusula de revisión, por lo que Paulo Juncos, Secretario Gremial de Amsafé, remarcó que el plan de lucha continúa y que esperan llegar más fortalecidos para ese entonces.

“La resolución de la asamblea provincial de Amsafé es aceptar la propuesta en disconformidad; Amsafé va a continuar en estado de asamblea y movilización permanente. Vamos a llevar adelante distintas acciones no solamente para visibilizar los reclamos, sino para exigir lo que entendemos que debe ser mejorado”.

Juncos señaló que aún es necesario que haya una mejora en la propuesta salarial, pero consideró que se trató de “una propuesta que mejora las condiciones de trabajo, que dio cuenta del debate que dimos en la mesas paritaria técnicas, que mejoró la calidad del salario porque hemos logrado el blanqueo de sumas no remunerativas y no bonificables pero que indudablemente se queda corto en la cantidad”.

Lo que poco y nada aparece en el discurso del gobierno provincial es lo relacionado con los derechos que le asisten a las y los docentes entendidos como trabajadores

A escasos meses de finalizar el año lectivo, una mesa de diálogo logró encarrilar un conflicto que parecía no encontrar respuestas de parte de un ejecutivo aferrado una realidad artificial construida para la ocasión.

Lo curioso y llamativo, y que no es la primera vez que sucede, es que desde la cartera de educación se construyen consignas sobre lo vital y clave que es la educación pública.

Se habla y pregona hasta el hartazgo de la responsabilidad social que implica la educación como salto cualitativo en una sociedad democrática que se precie de tal.

Sin embargo, si se ajusta la mirada y se lee entre líneas, desde el ejecutivo provincial se pone especial énfasis en “la responsabilidad” de las y los docentes, en su tarea “indelegable” y otro montón de conceptos que remiten directamente a las obligaciones de las maestras y maestros.

Ahora bien, lo que poco y nada aparece es sobre los derechos que le asisten a las y los docentes entendidos como trabajadores. En un discurso, por momentos brutalmente contradictorio, se le agina a la educación la “llave” para resolver un conjuntos de problemáticas sociales sin tener presente, por acción u omisión, el rol de los trabajadorxs de la educación.

El diagnóstico del gobierno provincial contradice su “hacer” en educación. Porque la educación existe no como entelequia, sino cuando los docentes concurren a las escuelas y conforman juntos a los pibes y pibas, juntos a sus madres y padres y a todo el entorno familiar, la tan mentada “comunidad educativa”.

“No son gestos destinados a revolver conflictos, el hecho de anunciar desde el Ministerio de Educación que las escuelas permanecerán abiertas en los días de paro. Suena más a presionar a las y los trabajadores para que desistan de sus reclamos”, remarca Juncos

Y agregó: “El gobierno provincial tuvo como políticas las amenazas de descuentos, que nada contribuyen para encontrar una salida real del conflicto”.

En educación no hay gasto, solo inversión

En este marco, Juncos recordó que desde el 8 de julio último Amsafé viene reclamando la reapertura de las paritarias, algo que recién el gobierno concedió en septiembre. “No hubo voluntad para encontrar un acuerdo”.

Juncos señaló además que “la provincia tiene recursos para ofrecer un mejor salario y una propuesta integral” a la docencia, en un contexto donde el magisterio viene perdiendo poder adquisitivo con la inflación.

“Lo que más queremos es que las escuelas están abiertas y las maestras y maestros adentro”, expresó Juncos a la vez de remarcar que para eso “el gobierno provincial tiene que mostrar otra actitud, porque tiene plata para pagar; Santa Fe es una provincia con importantes recursos, alcanza con ver la inmensa riqueza que se va por nuestros puertos”, remarca el Secretario Gremial de Amsafé.

El pasado 17 de octubre se llevó a cabo la Reunión Técnica Paritaria donde se discutió la necesidad de avanzar en los puntos sobre las condiciones de trabajo.

Así, para la modalidad de educación permanente para jóvenes y adultos, se acordó la titularización a todos los vacantes remanentes del movimiento de traslados según lo establece la convocatoria a concurso.

En relación a Coros y Orquestas, se estableció que dependerán administrativamente de la modalidad de Educación Artística, pudiendo construir sus escalafones con los criterios de esta modalidad, pero cumpliendo funciones en las escuelas primarias y secundarias; y además se incorporan en el presupuesto elaborado para el año 2023 el total de 1.237 cargos docentes y 38.600 horas de cátedra necesarias para reforzar la planta de personal escolar.

¿Final feliz? Habrá que esperar. Tal vez será feliz el día que se pueda asumir desde el Estado, más allá de quien gobierne, que en educación no hay gasto, sólo inversión. Habrá que esperar hasta el 1 de diciembre. Allí se volverán a encontrar las partes. La cuestión es saber si adentro o afuera de las escuelas.

 

 

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