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Desfasaje

Estacioneros acusan caída de rentabilidad y cierre de bocas

Con 11 comercios menos en los últimos dos años, Santa Fe se encuentra segunda en el ranking nacional de bajas en el sector.


En la provincia cerraron 11 estaciones de servicio en los últimos dos años, según datos que entregaron desde la entidad que agrupa a este rubro a nivel nacional. Santa Fe es la segunda jurisdicción del país con más cantidad de bajas registradas en ese período.

Desde la cámara que agrupa a los empresarios del interior, admitieron que la situación “sigue siendo preocupante” ya que los “costos operativos y gastos crecen” y el margen de ganancia “se achica”.

El relevamiento fue realizado por la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha). Allí se concluye que en los últimos dos años cerraron en promedio cinco estaciones de servicio por mes en el país.

En abril de 2013 había en funcionamiento en Argentina 4.555 bocas de expendio de combustibles, mientras que al mismo mes de este año se contabilizaron 4.434.

En ese marco, Buenos Aires fue el distrito más afectado: pasó de 1.596 a 1.570, lo que significa una baja de 26 establecimientos. Santa Fe quedó segunda y disminuyó su parque en 11, mientras que Córdoba hizo lo propio en 9. El dato fue avalado por varios operadores locales consultados.

Rubén Fernández, integrante de la Federación Argentina de Expendedores del Interior (Faeni), dijo que en la provincia, donde hay casi 600 bocas de expendio, la situación “está complicada” y se detuvo en lo que ocurrió puntualmente en estos últimos seis meses. “En diciembre del año pasado, el gobierno nacional ordenó una baja del 5 por ciento de los combustibles. Desde entonces hubo pequeñas subas y recién en junio se recuperó el costo al público. El tema es que los costos operativos y gastos fueron creciendo. Estamos empezando a incorporar el cobro con tarjeta de crédito y eso implica un esfuerzo importante. Hay que tener espalda para afrontar pagos a proveedores de forma líquida y a la vez financiar ingresos a 30 días. A eso hay que sumarle la reciente paritaria que ya estamos afrontando”, sostuvo el dirigente.

El incremento salarial que se acordó en el sector para este año es del 28 por ciento. Una parte, el 18 por ciento, ya se comenzó a abonar en abril. Mientras que el 10 por ciento restante se completará desde agosto.

Según varios titulares de estaciones consultados, el margen de ganancia real en el rubro sobre el total del costo del combustible al público es del 8 por ciento. A eso hay que descontarle ahora –aclara enseguida uno de los contactados– el 1,2 por ciento de comisión que retienen las tarjetas de crédito con cada transacción.

“Un camión de 25 mil litros de combustible tiene un costo para nosotros de entre 280 y 300 mil pesos promedio que hay que pagar cash cada tres o cuatro días para poder abastecerse. Eso es difícil cuando los ingresos son financiados. Hoy se necesita un promedio de venta mensual de 300 mil litros para subsistir. Con menos de eso se hace difícil”, dice el dueño de una entidad comercial ubicada en zona sur, que prefiere no identificarse.

El trabajo de Cecha destaca que en el país en todas las banderas hubo caídas en estos dos años, siendo las blancas las más perjudicadas con 50 comercios que se dieron de baja. Esos son los operadores independientes, aquellos que no tienen proveedor fijo y manejan precios más altos que la competencia por tener que comprar en el mercado mayorista.

El informe también muestra que Shell sufrió el descenso de 26 bocas propias, YPF de 10, PDV Sur de 13, Petrobras de 9, Oil Combustibles de 5, Axion Energy (Esso) de 7, y Refinor apenas 1.

“Los cierres de estaciones de Shell también están vinculados a otras cuestiones. La empresa no renovó varios contratos por una política que está llevando adelante. Es algo que se da en el marco de una estrategia comercial”, explica Fernández.

Los consultados también destacan otra cuestión. Y es que la participación de las petroleras en el negocio, interesadas en abrir centros de venta propios (como acaba de hacer YPF en la autopista Rosario-Córdoba, poniendo en marcha la estación más grande del país), ha sido otro motivo de expulsión de las empresas pyme. De a poco –dicen–, el operador independiente fue obligado a retirarse dada la imposibilidad de competir.

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