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Laberinto político

España: Sánchez no logra aún el consenso

Se abrió debate de investidura que se cerrará hoy con primera votación.


El líder socialista Pedro Sánchez aseguró ayer que la única opción es un Ejecutivo español en torno su partido, el Psoe, en su discurso ante la tribuna del Congreso al que presentó un plan de gobierno que –dijo– será “del cambio y del diálogo”. Y hubo un pedido de apoyo dirigido especialmente a la formación de izquierda Podemos, clave para que Sánchez logre ser jefe de gobierno. Sin embargo, esta expresión política de los indignados españoles dirigida por Pablo Iglesias mantiene su rechazo a una posible coalición ya que le exige al jefe socialista romper con los liberales de Ciudadanos, con lo que ya obtuvo acuerdo, para sentarse a negociar un apoyo.

“Hoy, en esta Cámara, hay una amplia mayoría que defiende, desde diferentes sensibilidades, un cambio de gobierno, un cambio de las políticas que se han impuesto y un cambio en las formas de gobernar”, dijo Sánchez, de 44 años, ante los diputados.

El líder del Partido Socialista Obrero Español (Psoe), un desconocido hace apenas dos años, desgranó un programa destinado a revertir “políticas tan crueles como ineficaces” llevadas a cabo por la derecha desde 2011, “siempre bajo la bandera de la austeridad”, en un país traumatizado por cinco años de crisis.

“¿Por qué no poner esto en marcha la próxima semana?”, lanzó el líder socialista, tras detallar medidas de lucha contra el desempleo (20,5 por ciento), la desigualdad, la corrupción o la mejora del mercado laboral, tras la dura reforma de 2012 que prácticamente liberalizó los despidos para los nuevos trabajadores.

“Pongamos en marcha el cambio que esperan millones de españoles”, pidió Sánchez en el primer día del debate de investidura que se cerrará hoy con la votación.

Este debate es el primer paso para tratar de superar el bloqueo político en España, generado por los comicios de 20 de diciembre pasado que dejaron un Parlamento con cuatro grandes formaciones, pero ninguna con fuerza suficiente para gobernar en solitario.

El rey propuso a Sánchez intentar formar gobierno, después de que el jefe del ejecutivo saliente, el conservador Mariano Rajoy, declinara el ofrecimiento por falta de apoyos, pese a haber sido la fuerza más votada.

Si Sánchez no logra la mayoría absoluta en el debate  (176 votos), se iría a una segunda votación 48 horas más tarde en la que sólo sería necesaria la mayoría simple (más votos a favor que en contra, descontando ausencias y abstenciones).

En caso de nuevo fracaso, se abre un plazo de dos meses al término del cual, si nadie ha logrado ser investido, se convocarían automáticamente a nuevas elecciones.

Sánchez sólo cuenta con 131 diputados de 350, procedentes de sus propias filas socialistas, uno del pequeño partido regionalista Coalición Canaria y 40 de Ciudadanos, con el que llegó a un acuerdo la pasada semana.

Este pacto hizo saltar sus negociaciones con las fuerzas de la izquierda, principalmente Podemos (65 diputados), que lo consideró demasiado liberal en sus medidas económicas y sociales. Podemos anunció hace ya varios días su voto negativo, al igual que el PP.

Todos parecen mirar al día después y el líder de la pequeña formación ambiental-comunista Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, tras anunciar su voto en contra, se ofrece a volver a mediar entre el Psoe y Podemos. “Habrá 54 días para seguir hablando”, dijo.

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