Ciudad

Esa vieja costumbre de pegar

Por Diego Montilla.- Policías detuvieron al periodista Diego Fiori por salir en defensa de un vendedor ambulante al que un agente golpeaba en claro exceso de uso de la fuerza. Le imputaron resistencia a la autoridad, lo encerraron y lo hicieron desnudar.


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Seguramente el periodista de la Ocho, Canal 5 y Radio Universidad, Diego Fiori, jamás imaginó que ayer, en lugar de almorzar tranquilamente como todos los días, iba a terminar en el calabozo de la comisaría 2ª, demorado por varias horas, tras intervenir para frenar un caso de abuso policial a plena luz del día, en pleno centro y ante la mirada de decenas de personas. El productor caminaba por peatonal Córdoba pasado el mediodía cuando se encontró con un llamativo tumulto de gente en la intersección de Sarmiento. Allí un policía estaba golpeando a un vendedor ambulante, mientras la gente que observaba la situación pedía a los gritos que se detenga. Fiori se sumó al repudio y cuando llegaron los refuerzos solicitados por el agente, lo llevaron detenido cuando una voz tajante dijo: “Llévense al de remera roja”. Rato después, la noticia corrió velozmente y en pocos minutos se acercaron a la seccional dirigentes del Sindicato de Prensa, el jefe de la Policía local, concejales, funcionarios municipales y un diputado provincial para exigir las explicaciones del caso. Fiori fue liberado cerca de las 15.30 y posteriormente dio su declaración de lo ocurrido en Tribunales. Anoche el Ministerio de Seguridad ordenó abrir un sumario administrativo al policia invulocrado.

Al salir de la comisaría, el periodista contó que al pasar por la esquina de Sarmiento y Córdoba notó que algo anormal estaba pasando. “El muchacho es un vendedor de medias a quien identifico porque paso todos los días por esa esquina. Y cuando veo que lo están golpeando empiezo a gritar que lo dejen y mientras tanto los comerciantes decían que no era ningún ladrón. El policía en ningún momento reparó ni en mis gritos, ni en los gritos de las 70, 80 personas que habían en el lugar y ahí fue que se puso más agresivo con este vendedor, pidió refuerzos y cuando estos llegaron detuvieron al vendedor que había sido reducido y también al de rojo, o sea yo”, indicó.

En la seccional, Fiori fue encerrado en el calabozo junto a Fabián, el vendedor, y fue obligado a desnudarse para un cacheo. “Estuvimos en un calabozo, de manera indignante, me hicieron desnudar completamente y bueno, después empezaron a llegar los abogados y demás y entonces me llevaron a una oficina”, comentó.

“Estamos hablando de un abuso policial. El nombre del policía que golpeó al vendedor es Fernando Ramos, es del Comando Radioeléctrico y estaba haciendo adicionales para la GUM o algunos comercios de la zona. Me detienen por entorpecer un procedimiento policial. El tema es que no había ningún argumento para pegarle a una persona, por más que hubiera sido ladrón, de la manera que le estaban pegando. Había una descarga de energía sin duda. Un dato que no es menor es que lo tenía controlado al vendedor, por eso no se explica la violencia, pero le seguía pegando igual”, dijo más adelante.

Con respecto al vendedor ambulante, éste fue visitado en el calabozo por el diputado Eduardo Toniolli, quien evaluó su estado y escuchó su relato de lo ocurrido. “Estuvimos con el muchacho que trabaja habitualmente en esa esquina. Es golpeado y detenido en un operativo de la GUM en el que interviene la Policía. El vendedor declara que se estaba yendo, que no tenía la manta tirada, que fue golpeado fuertemente y lo que podemos decir es que tiene marcas evidentes. La Policía tendrá que dar explicaciones”, remarcó.

La mujer del vendedor de 28 años, Marina, embarazada de 4 meses, comentó que es la única forma que tienen de ganarse la vida. “Fabián no molesta a nadie y cuando sabe que viene alguna inspección se retira”, subrayó.

Por su parte, la secretaria adjunta del Sindicato de Prensa, Alicia Simeoni, contó que “Diego quedó shockeado por la sensación que lo tocó vivir”. “Desde el Sindicato de Prensa nunca alentamos la declaración en sede policial. La declaración se hace ante un juzgado o ante la fiscalía”, explicó.

También presente en la comisaría, la vicepresidenta del Concejo, Norma López, destacó que “hay una serie de elementos que nos indican que la Policía cometió más que un exceso”. Lo que queremos remarcar es que ningún procedimiento puede ir contra un periodista por más que haya habido un exabrupto verbal. Bajo ninguna circunstancia nosotros podemos avalar esto. Tenemos datos contundentes de que la Policía fue advertida de esta situación, es decir que estaban deteniendo a un periodista”, concluyó.

Un tutorial extraviado (Por Carlos Duclos)

Ocurren en este mundo, que cada vez más se parece a ese dislocado de María Elena Walsh, sucesos misteriosos, casos enigmáticos, de cuyas resoluciones jamás se sabe. Unos se vinculan con sorprendentes asuntos metafísicos, sobrenaturales, otros son bien temporales, del aquí y ahora y de solución ausente. Entre estos últimos, debe figurar en un lugar de privilegio el caso de la Policía de Santa Fe, institución que en estos últimos tiempos parece actuar a la buena del diablo (porque Dios no permitiría semejantes disparates, y menos en vísperas de Semana Santa). Para el  álbum de los malos recuerdos del gobierno provincial, ayer la Policía rosarina agredió  a un vendedor ambulante que se gana la vida vendiendo medias. Pero no conforme con esto, y en medio de la reprobación del público que cuestionaba el accionar, los uniformados detuvieron al periodista rosarino Diego Fiori, acusado de entorpecer el procedimiento policial, cuando en realidad lo que trató de hacer Fiori fue impedir la golpiza contra el pobre vendedor. El trabajador de prensa fue trasladado a la comisaría 2ª encerrado en un calabozo y desnudado. Es decir, ni más ni menos que una acción que bien encuadra en el tormento psicológico. Una actitud tan bochornosa como repudiable. En el preciso momento en el que personal policial estaba comprometido en la ardua y riesgosa tarea de combatir las peligrosas fechorías de un vendedor ambulante y de su defensor periodista, verdaderos delitos se producían en otros puntos de la ciudad, entre ellos la venta de mercaderías no conformada por medias. Los medios, además, informaban de un muerto más a manos del delito en la zona sur. Parece que alguien perdió el tutorial que indica qué hacer, cómo y contra quién, y que sucesos asombrosos, más propios de los Expedientes X que otra cosa, marcan la vida policial.

El repudio del SPR

La Comisión de Libertad de Expresión y Formación Profesional del Sindicato de Prensa Rosario expresó su profundo repudio hacia el arbitrario e ilegítimo accionar policial que en este caso tuvo como víctima al periodista Diego Fiori –trabajador de LT8, de Radio Universidad Rosario y del programa Bien Temprano que se emite diariamente por Canal 5. Fiori fue llevado detenido por personal de la seccional 2ª de policía cuando se quejó por los golpes que el agente Fernando Ramos propinaba a un vendedor ambulante en la esquina de Sarmiento y Córdoba. Cuando esta Comisión del SPR llegó a la seccional 2ª, encontró a Diego Fiori en estado de shock, prácticamente descompensado por la situación vivida. Luego de más de dos horas y media en la comisaría fue liberado, después de que se le levantara un acta donde se hizo constar su situación procesal de “sospechado del delito de interferir en el accionar policial” y el periodista expresara que prestará su declaración ante la Justicia.

En la causa interviene el Juzgado en lo Correccional Nº 9, a cargo de Héctor Núñez Cartelle. Esta Comisión recuerda que en diciembre de 2010, el fotógrafo y periodista Alejandro Guerrero fue detenido y brutalmente golpeado en la comisaría 3ª, cuando miraba un operativo que también involucró a la Guardia Urbana Municipal y la Policía, en contra de dos personas que dormían en la calle.

Por todo lo relatado, la Comisión de Libertad de expresión exige el pronto pase a retiro del policía Fernando Ramos, ya que ejerció violencia contra el vendedor ambulante e hizo gala de profundo abuso de autoridad al indicar que detengan a Fiori.

Con el acta que se labró en sede policial, en donde estaban presentes el jefe de la Unidad Regional II Raúl Ardiles, el subjefe Luis Omar Bruschi, el inspector de Zona Marcelo Marcos, el jefe de Orden Público, Hugo Cabral, y el titular de la 2ª Fernando Ochoa, Diego Fiori pasa de ser víctima a la situación de imputado.

Esta Comisión no puede dejar de señalar que en todo momento la conducta de los jefes policiales fue extremadamente aséptica y muy preocupada por dejar los papeles en regla, sin que se escuchara un solo lamento o disculpas por la brutal actuación de uno de los hombres de la fuerza.

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