En el ámbito deportivo la palabra motivación es moneda corriente, no hay una sola motivación sino que son múltiples, las cuales tienen siempre un carácter subjetivo.
En la actualidad escuchamos hablar solamente de los contratos millonarios de los deportistas o de los técnicos, dejando de lado otros factores más profundos y verdaderos. Los cuales si ponemos atención, aquellas motivaciones que no son solamente económicas, veremos el verdadero sentido del deporte. Como se dice: no dejemos que el árbol nos tape el bosque.
En los aspectos principales del deporte están orientadas hacia la necesidad de movimiento, la búsqueda de la satisfacción por medio de sensación sinestesia. La reafirmación de sí mismo por medio del deporte puede expresar el sentido de su existencia, de ser consciente de sus límites, de poder imponerse a otros y de tener prestigio.
Podríamos dividir la motivación en dos grandes factores, factores primarios y factores secundarios. La motivación primaria está relacionada al juego y el egonismo. El juego es fundamental y común a todos los individuos de todas las culturas. En cambio el egonismo responde a medirse con la naturaleza, con nosotros mismos y con otros.
En los factores secundarios, entre los cuales se encuentran, los factores psicobiológicos relacionados al crecimiento evolutivo; factores psicopatológicos que son aquellos que ayudan a liberar tensiones, compensando déficit físico y psíquico con la actividad deportiva.
Podemos ver que existen factores socioculturales, orientados a la aprobación social. Aquí encontramos el factor económico, el cual muchos aprovechan y hacen grandes negocios con los deportistas y los clubes. Queriendo reducir a la actividad deportiva a sólo este factor motivacional. Pero se olvidan del factor psicológico donde entran en juego las emociones de los deportistas, su afectividad y lo ético. El deportista aquí se conecta con el entorno, con la gente del club o institución deportiva. Llevándolo a tomar decisiones por encima de cualquier otro factor.
En el factor psicológico se produce la unión entre la gente y el deportista. Dando como resultado al nacimiento del verdadero ídolo deportivo. Es necesario que se encuentren el amor del deportista y el cariño de la gente para producir este fenómeno. Pero hoy en día los ejemplos no abundan, y el mercado de pases está a la orden del día. Entonces se escucha la disconformidad del hincha frente a supuestos refuerzos que pasan desapercibidos por las instituciones deportivas sin dejar ninguna huella.
Hoy más que nunca necesitamos que los deportistas y los amantes del deporte vuelvan a valorar aquellos gestos heroicos del deporte.
Licenciado Pablo Sucarrat
Psicólogo Deportivo
Matrícula 5925
@PabloSucarrat
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