¿Será tiempo de algún cambio? Newell’s no levanta, no encuentra el rumbo y necesita hacer un click. Está claro que Américo Gallego no logra sacar lo mejor de su equipo y esa es su responsabilidad. Como también es cierto que los jugadores, en este semestre, no lo han ayudado en lo más mínimo. Las frustraciones se suceden y todos esperan con ansias el final de este primer tramo del torneo.
El equipo no entró nunca en la gente, que ayer colmó el Coloso a la espera de una reacción que nunca llegó. En actitud, hubo algo. En juego, nada. Y ahí radica el principal reclamo hacia un plantel que alguna vez jugó un fútbol de alto vuelo y que hoy da pena.
Gallego sufre el arrastre de un tiempo en el que el equipo nunca estuvo a la altura de las expectativas y sólo cosechó decepciones. Pero el Tolo también ha hecho méritos como para que hoy se cuestione su contuinuidad al frente del plantel profesional. Nunca encontró el equipo, pese al atenuante de las lesiones, y Newell’s no tiene una identidad de juego que invite a pensar en una recuperación temprana. Por el contrario, cada partido sólo agrava la crisis.
El reclamo de la gente durante el partido y los silbidos del final marcan a las claras el descontento del hincha. El equipo no contagia, no seduce, no ilusiona ni reacciona. Luce entregado. Y necesita un cambio para resurgir.
La reserva y una goleada histórica
La reserva leprosa jugó un partido para obligar a Gallego a observar a los pibes. El equipo dirigido por Ricardo Johansen derrotó a su similar de Banfield por 8 a 1 en un cotejo atractivo con goles para todos los gustos y algunas actuaciones individuales para que el Tolo tome nota.
En la primera parte la Lepra, con la conducción de Denis Rodríguez y Joaquín Torres, se hizo dueño de la pelota y se cansó de generar acciones de gol. Primero anotó Leandro Figueroa, tras un exquisito pase del juvenil Torres. Luego marcó Baez, el lateral izquierdo, tras una jugada colectiva donde participaron todos; y en el cierre de la primera parte fue el turno de Denis Rodríguez, tras una contra que inició Figueroa, continuó Fertoli y culminó el primo de Maxi. En medio de esos tres tantos, Banfield anotó el descuento parcial, que no opacó la gran supremacía leprosa.
En la segunda parte siguió el show de los pibes. A los diez minutos Joaquín Torres recibió por izquierda y encaró el área en velocidad y cuando vio al arquero adelantado le dio de emboquillada para provocar el aplauso de los hinchas que empezaban a llegar al Coloso.
Golazo del pibe que esta semana muchos suponían podía tener un lugar en el banco ante las lesiones de Víctor Figueroa y Lorenzo Faravelli, pero el Tolo no entendió lo mismo.
Sin que la visita pudiera reaccionar, la Lepra anotó el quinto. Esta vez fue Figueroa que aprovechó un achique mal tirado de la defensa del Taladro, anticipó al arquero, le tiró un sombrerito y definió por arriba sin que ningún defensor pudiera impedir el gol.
¿Hubo más? Sí, la yapa llegó con otro mano a mano de Figueroa, pero esta vez el delantero no fue egoísta y dejó de cara al arco a Joaquín Torres, para que el enganche anotara el sexto gol leprosos, segundo de su cuenta personal. Y tras un centro, Callegari, de arremetida, empujó la pelota en el área chica para el séptimo. Y en el cierre del partido desbordó Fértoli y Denis Rodríguez anotó el octavo, para redondear una noche perfecta de los pibes.
La Lepra alistó a Debiase; Enzo Beloso, Stefano Callegari, Maxi Pollacchi y Gabriel Báez; Jalíl Elías, Iván Silva y Denis Rodríguez; Héctor Fértoli, Leandro Figueroa y Joaquín Torres. Luego ingresaron Franco Pérez y Carlos Torres.
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