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Es inminente el cierre definitivo de Sol y se esperan telegramas

Los empleados se resignaron a la idea de que la empresa no continuará operando, pero piden una solución. Amazonas estaba interesada en hacerse cargo, pero ante la llegada de Avianca se retiró de la negociación.


A dos meses del cese de actividades, referentes de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) informaron que la compañía Sol Líneas Aéreas comenzará a enviar en las próximas horas los telegramas de despido del personal. Es que una de las últimas esperanzas que existía para mantener en pie a la empresa se esfumó ante el inminente desembarco de Avianca en el país. “Con el anuncio de la llegada de esa firma, los interesados en comprar Sol desaparecieron”, indicó el delegado regional de APA, Edgardo Da Caro.

El dirigente gremial añadió que de los 220 empleados de Sol, algunos ya consiguieron otro empleo y otros directamente se fueron de la empresa en busca de otro rumbo.

“Nos informaron que hoy (por ayer), la empresa va a enviar los telegramas de despido. Mañana (por hoy), referentes de APA se van a reunir en el Ministerio de Trabajo de la Nación para reclamar que se reubiquen los empleados en otras compañías, como prioridad. También se va a exigir que la empresa pague en su totalidad las indemnizaciones”, explicó el delegado regional de APA.

Según la versión que maneja el personal de Sol, la llegada de la colombiana Avianca al país fue uno de los motivos que complicó las negociaciones con grupos que estaban interesados en comprar la aerolínea de capitales rosarinos.

Cabe destacar que los problemas de la compañía comenzaron a mediados de enero, cuando Aerolíneas Argentinas suprimió el acuerdo con Sol –que recibía 1 millón de pesos por día– para complementar frecuencias que la aerolínea de bandera no cubría.

El cimbronazo se sintió fuerte en toda la provincia. El aeropuerto santafesino de Sauce Viejo pasó de contar con cinco vuelos diarios a Buenos Aires a uno solo, en el horario de media mañana. La inactividad que hay en el aeropuerto de la ciudad capital también repercute a los prestadores de servicios que dependen del movimiento aéreo, como por ejemplo, el concesionario del bar y los remiseros, entre otros.

El aeropuerto de Rosario, donde Sol tiene su base operativa, absorbió mejor el golpe porque cuenta con otra variedad de ofertas.

Juan Manuel Maroni, delegado de los pilotos de la aerolínea, explicó a El Ciudadano que “el rumor que nosotros tenemos es que en unas horas estaríamos recibiendo los telegramas de despido y luego las indemnizaciones”.

Maroni detalló que la empresa había fijado como fecha límite la negociación de la venta de Sol hasta mañana, 31 de marzo. Por eso, estiman que vendrán los telegramas de despidos ante la imposibilidad de encaminar un cambio de manos de la firma, fundada por la familia Angelis.

“La información que tenemos es que Amazonas, la empresa boliviana interesada en la compra de Sol, se retiró definitivamente de las negociaciones. Supuestamente habían pedido un crédito blando al gobierno y no se les brindó. Por ese motivo la empresa Amazonas dejó de participar en la negociación de la compra”, explicó el delegado de los pilotos.

Maroni puntualizó que hasta febrero pasado inclusive, la empresa pagó los sueldos y que hace unos 15 días se cortó la comunicación.

“No estamos de acuerdo con los despidos, por supuesto, pero si no hay ningún participante en la compra de la empresa no hay nada que se pueda hacer”, concluyó Maroni.

Por su parte, Carolina Covelli, otra de las delegadas de APA, señaló que se enteraron de que mañana sería el último día de la empresa. “Fue un día difícil, no pudimos obtener ninguna otra información, sólo que íbamos a empezar a recibir los telegramas de despido”, contó con amargura.

“No sabemos si la empresa va a presentar quiebra o no, y la verdad es que estamos muy mal porque no sabemos cómo será nuestro futuro”, expresó Covelli.

Con todo, la delegada de APA especificó que en Rosario hay alrededor de 120 de los 220 empleados que tiene Sol, entre pilotos, administrativos, personal de pista y azafatas. El resto se encuentra en Aeroparque, Santa Fe y Neuquén, entre otros puntos.

“Estamos muy tristes y desesperados porque no sabemos qué va a pasar con nuestro puesto de trabajo. Nosotros queremos trabajar, no queremos que esto se termine. Hoy queremos un puesto de trabajo en algún lugar, acá o en otra empresa”, concluyó Covelli.

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