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Reflexiones

Entre malos: Singer vs Mossack Fonseca

Paul Singer se prepara para hacerle un juicio en los Estados Unidos a Mossack Fonseca.


Paul Singer se prepara para hacerle un juicio en los Estados Unidos a Mossack Fonseca.

El dueño del fondo buitre Elliott se considera damnificado por la actitud del estudio panameño, por lo que considera una falta de colaboración y obstrucción de la investigación que llevaba adelante hasta el viernes 22 de abril el juez Cam Ferenbach en su tribunal de Nevada. El caso es el denominado “ruta del dinero K”, que oficialmente cerró el lunes 25 de abril cuando el abogado Robert Cohen, del estudio jurídico que representa a Singer y sus socios en el “juicio del siglo” ante Thomas Griesa, entregó toda la información recolectada en la causa y desmanteló la presentación. Con esto, cumplió con la obligación que asumió ante el juez de Nueva York de retirar todas las causas desperdigadas por los Estados Unidos en contra de la Argentina con el objetivo de presionar al país para acelerar que se le pagara lo que se le debía.

Finalmente, el viernes 22 de abril, cobró sus casi 4.000 millones de dólares cash, ganó más del 1.200 por ciento, agradeció a Griesa y se despidió de los abogados de la Argentina.

Sin embargo, Singer se considera aún afectado en sus intereses. No con el país, sino ahora contra Mossak Fonseca por aquel juicio de Nevada en el que el dueño del fondo buitre se sintió perjudicado. Para esto, le envió en las últimas horas una comunicación vía mail, certificada por escribano para determinar su legalidad, donde se le informa al estudio que avanzará en un juicio porque considera que los panameños “obstruyeron injustamente” la investigación y que hubo “manejo inapropiado de pruebas”. Sería una nueva causa, donde la Argentina no sería la acusada.

Para Singer, Mossack Fonseca no obedeció una orden dictada por Ferenbach luego de una presentación de los abogados del demandante con pruebas concretas que el juez debía chequear. Según esa orden dictada por escrito y enviada a Panamá, el estudio debía informar sobre las sociedades creadas en ese país a nombre de Lázaro Báez y que a través de la compañía MF Corporate operaba desde Nevada. En el listado, había unas 123 sociedades operativas y con capacidad de ingresar dinero desde el exterior y volver a transferirlo más allá de las fronteras. Según los abogados de Singer, desde agosto de 2014 hasta abril de 2016, hubo más de 10 pedidos puntuales de parte de Ferenbach para que Mossack Fonseca confirme o rechace la información aportada por Singer. El estudio nunca confirmó ni rechazó, además de nunca enviar los datos al juez.

La causa en Nevada fue abierta por los abogados de Elliott para presionar al país en tiempos de Cristina de Kirchner, mediados de 2014, a reabrir la negociación. Fue una presentación paralela a la que el mismo fondo buitre concretó en San Francisco contra Chevron para exigir embargos a la petrolera norteamericana.

Al abrir la causa, Ferenbach fue particularmente duro al metaforizar sobre que “un ladrón no adquiere derechos de propiedad sobre lo que roba”, al afirmar que, de confirmarse delitos, el dinero no sería de los acusados sino de la Argentina y, como tal, embargable.

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