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El regreso de Cristina

Entre contener al kirchnerismo y la Justicia

La manifestación que acompañó a Cristina Fernández hasta los Tribunales federales de Comodoro Py certifica que sigue siendo el espacio con mayor capacidad de movilización política.


La manifestación que acompañó a Cristina Fernández hasta los Tribunales federales de Comodoro Py certifica que sigue siendo el espacio con mayor capacidad de movilización política. No es casualidad: a lo largo de 12 años el kirchnerismo cultivó con metódica obsesión el predominio en el espacio público, que hasta su llegada al poder en 2003 era patrimonio de asambleas populares y en especial organizaciones piqueteras.

Lo de ayer, primera movilización kirchnerista fuera del poder, abre una serie de interpretaciones sobre el alcance de lo ocurrido.

La reaparición de Cristina se da en momentos que el kirchnerismo venía perdiendo posiciones (fractura del bloque de Diputados, fugas como la de Diego Bossio y división de aguas en el Senado). En otro frente, un amplio arco de dirigentes y gobernadores reorganizó el PJ, por ahora, sin La Cámpora.

Así las cosas, la figura de Cristina reaparece para contener al pankirchnerismo y obturar un período de casi 5 meses en los que ese espacio no sumó y sí perdió.

Tal vez esta necesidad la haya motivado a dar por terminada su estadía en el sur y pasar más tiempo en Buenos Aires. Los últimos 4 meses demostraron que es insustituible, que sólo ella puede aglutinar, recrear expectativas, dotar de discurso y sobrevolar las internas de las tribus K.

Del proceso electoral de 2015 no emergió una figura electoral kirchnerista que supere el déficit que llevó a cederle la candidatura presidencial a Daniel Scioli por la falta de un nombre propio competitivo.

El juez Bonadio le proporcionó la excusa perfecta para reinstalarse en la escena nacional y le facilitó la tarea de reagrupar a quienes empezaban a sentirse desorientados.

Después de ayer quedó delineado un escenario de tres peronismos: el del PJ formal tras la dupla Gioja-Scioli, el kirchnerismo y el Frente Renovador de Sergio Massa.

En teoría, esa partición resulta favorable a los intereses del gobierno. En la práctica, Macri tiene crédito para gastar, por lo cual depende de sí mismo.

Sin embargo, nadie puede subestimar a un espacio que está diciendo: “Ojo que no todo se define en la arena de la política formal y de los dirigentes, la calle también juega”.

“Volver” al poder en 4 años por ahora es una consigna voluntarista; en el mientras tanto va a jugar en la agenda cotidiana y va a dar pelea en las causas judiciales que sí le preocupan (Lázaro Báez y Hotesur).

Será interesante ver qué reflejan las encuestas sobre los sentimientos que provocó el regreso de Cristina y su discurso de más de una hora en cadena nacional involuntaria.

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