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Ensayan cómo obtener material de múltiples usos

Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) anunciaron el desarrollo de una novedosa y sencilla metodología para obtener quitosano, un material natural y sumamente valioso por la potencialidad de su empleo en diferentes áreas de la producción y la industria.

“El desarrollo de este compuesto reviste un creciente interés, debido a su enorme potencialidad, con más de 200 usos posibles”, explicó Diego Palacios, responsable del Laboratorio de Microbiología del Centro Mar del Plata del Inti, donde se gestó la innovación.

El quitosano es un biopolímero sin toxicidad, biocompatible y naturalmente degradable, con actividad antimicrobiana, antiviral y antifúngica, que se obtiene de la quitina, el principal constituyente de las partes duras del cuerpo de invertebrados, como los caparazones de camarones, langostinos, langostas, cangrejos, krill y otros crustáceos marinos.

Es el polisacárido natural más abundante en la naturaleza después de la celulosa y forma parte también de algunos hongos.

Actualmente, los exoesqueletos de camarones y langostinos, constituyen un desecho de la industria pesquera sin aprovechamiento ni aplicación específica, por lo que en Mar del Plata se destina en general a la producción de harina de pescado.

Durante mucho tiempo, desde que fue aislada en el siglo XIX, la quitina fue considerada una curiosidad de laboratorio, sin embargo luego se descubrió que además de conferirle dureza a los caparazones de los invertebrados tiene muchas otras propiedades.

Ello hace que en torno a este producto surja una enorme variedad de campos de aplicación porque se trata de un elemento soluble en soluciones de ácidos débiles y que puede emplearse para producir fibras, films, y nuevas materias haciéndolo reaccionar con otras sustancias.

En la agricultura, puede emplearse en el recubrimiento de semillas para su conservación y de sistemas liberadores de fertilizantes; en medicina, para la producción de gasas, vendas e hilos de sutura; en farmacología tiene aplicaciones como aditivo bactericida en jabones y agente hidratante y cicatrizante en cremas, y en la industria de alimentos se puede emplear como preservante, antioxidante, emulsionante, y estabilizante de color.

En biotecnología, puede servir como soporte para la inmovilización de enzimas, producción de biosensores y el reemplazo de productos plásticos.

Es posible utilizarlo también en diversos tratamientos de aguas residuales y para la captura de metales pesados y pesticidas. Otro campo de aplicación posible es la fabricación de papel y de fibras para la elaboración de filtros especiales, así como productos textiles.

Palacios explicó que para concretar el proceso de aislamiento del producto se implementó un tratamiento químico controlado que consta de distintas etapas, partiendo de una materia prima compuesta por las cáscaras lavadas, secadas y molidas, con lo que se obtuvo quitina en polvo y hojuelas de quitosano, con un elevado rendimiento.

“Ahora, estamos en una etapa de relevamiento, aplicando metodología de laboratorio para observar la pureza del producto obtenido y el rendimiento del proceso y, simultáneamente, estamos generando la posibilidad de tratamiento para la basura generada por los desechos de los que se la obtiene”, dijo.

Posteriormente, trabajarán en la optimización de las condiciones de proceso y en el desarrollo de una técnica para establecer la pureza del producto obtenido.

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