Ciudad

En Rosario entregaron al menos 230 armas

La campaña "Desarmar es honrar la vida" cierra hoy en la localidad de Venado Tuerto.


“El objetivo de la campaña nunca fue desarmar al delincuente. El que usa armas para delinquir no las va a entregar”, sintetizó, con inobjetable lógica, el secretario de Seguridad Comunitaria de la provincia, Ángel Ruani. El funcionario se refirió así a la campaña “Desarmar es honrar la vida”, implementada durante las últimas tres semanas en la provincia, y que cerró ayer su paso por Rosario tras cuatro días de recolección de armas de fuego, en los que se desactivaron al menos 230 armas, todas o casi todas en condiciones de disparar. El cierre formal de la campaña en territorio santafesino será hoy en Venado Tuerto, donde hasta las 14 el móvil recolectará las armas entregadas por los vecinos y confirmará si, como esperan en el gobierno provincial y en la oficina nacional, se supera el número de 1.000 armas de fuego puestas fuera de los hogares santafesinos e inutilizadas.

Durante tres semanas el dispositivo móvil del Registro Nacional de Armas pasó por Rafaela, Reconquista, la ciudad de Santa Fe y Rosario, para cerrar su periplo en Venado Tuerto hoy. En la ciudad, el puesto permaneció lunes y martes en el Centro Cívico de San Lorenzo al 1900, y el miércoles y ayer en zona norte, en el club Sportivo Alberdi, ubicado en Pedro Aráoz 1050: el promedio de recolección alcanzó, entonces, casi 60 armas por jornada, con un 90 por ciento de armas cortas y un 10 de armas largas.

“Es mucha cantidad”, mensuró Ruani. Y explicó que se trata, prácticamente en su totalidad de las llamadas “armas durmientes”: revólveres o escopetas que son herencias familiares o que pasaron de mano en mano de parientes hasta quedar en un cajón.

Sin embargo, el peligro que representan se mantenía intacto: “El 64 por ciento de los homicidios dolosos por armas de fuego corresponde a hechos de violencia interpersonal dentro del ámbito familiar. Y sólo el 14 por ciento a hechos de robo a mano armada”, puntualizó Ruani. Y entre uno y otro completan casi el total los “accidentes” –si es que lo son– resultado de la manipulación de un arma cargada, por manos inexpertas. “El arma no reconoce entre víctima y victimario”, insistió el funcionario.

La evaluación positiva de la campaña gace que la intención del gobierno de la provincia sea ampliarla: de hecho, el pedido original era que el móvil del Renar permaneciera un mes en territorio santafesino, y que la semana extra incluyera jornadas en más localidades del Gran Rosario, como San Lorenzo o Villa Gobernador Gálvez. “Es difícil que alguien que viva en San Lorenzo y quiera entregar un arma viaje hasta Rosario”, evaluó Ruani. Por ello, este martes el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, pedirá en el Ministerio de Justicia de la Nación ampliar un par de semanas el recorrido en la provincia del móvil del Renar.

Con todo, de igual modo en las dos delegaciones fijas del Registro Nacional, en Santa Fe y en 9 de Julio 3393, se reciben en forma permanente armas y municiones para su destrucción, pero a cambio no se entrega el “incentivo” que forma parte de la campaña nacional, que va de 200 a 600 pesos, dependiendo del calibre del arma entregada.

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