Los vicecancilleres de la Argentina y Uruguay estaban reunidos esta tarde en Montevideo para avanzar en un plan de monitoreo conjunto de la planta de Botnia, en medio de las críticas vertidas por el presidente José Mujica a la dirigencia argentina.
Según pudo informó Radio Espectador de Uruguay, la reunión se celebra en Montevideo entre los números dos de las cancillerías, el argentino Alberto D Alotto y el uruguayo Roberto Conde, junto con los integrantes del Comité Científico binacional conformado especialmente.
La reunión se produce en momentos en que se conoció una entrevista a Mujica, quien defendió su política económica en contraposición con el modelo argentino porque puede conducir a “engordar el Estado”.
En la entrevista con el semanario local Búsqueda, el mandatario afirmó que seguirá intentando negociar con el gobierno de Cristina Kirchner aunque sorprendió al señalar que esa relación “va a ser difícil”.
Y dijo que la Argentina “es un país cortado en dos”.”Que le prohíban a integrantes del gobierno ir al velorio (de Néstor Kirchner) es muy fuerte”, sostuvo.
Entrevistado por el semanario “Búsqueda”, Mujica se refirió al fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner y consideró “increíble” que el gobierno haya aconsejado la no asistencia al velatorio de figuras de la política enfrentadas públicamente al ex mandatario (como Julio Cobos y Eduardo Duhalde).
“Ese velorio fue increíble. Ahora, ven, ese es un país cortado en dos. Que le prohíban a integrantes del gobierno ir al velorio es muy fuerte. Nosotros esa realidad no la podemos cambiar pero tenemos que tratar de mejorar la nuestra”, señaló.
Mujica recordó además el cortocircuito que se generó entre los países en 2002 cuando el ex presidente Jorge Batlle se refirió a los argentinos como una “manga de ladrones” en declaraciones grabadas sin que él tuviera conocimiento.
“Lo grave de Batlle fue haberlo dicho y que lo hayan grabado. No haberlo pensado”, sostuvo Mujica , quien tampoco ahorró criticas para su país. Admitió una brecha entre los anuncios de gobierno y su concreción, pero señaló que “en Uruguay no te dejan hacer nada” ya que “cualquier cosa que vas a hacer es como un parto”.
“Es fácil mandar un proyecto de ley, pero andá a saber cuándo sale y andá a saber cuándo se aplica”, aseveró el mandatario quien puso como ejemplo la decisión de vender la casa presidencial de Punta del Este que demoró ocho meses hasta su concreción.
Mujica dijo sentirse “como un viejo hablando en el desierto” cuando reclama negociar políticas conjuntas de Estado y también se refirió al proyecto que busca dejar sin efecto la Ley de Caducidad, que amnistió a represores de la dictadura (1973-85) impulsado en el Parlamento por el Frente pero frenado en el Senado por diferencias con legisladores oficialistas.
En ese sentido afirmó que sabía que “la discusión del proyecto interpretativo de la Ley de Caducidad iba a estar feísima”, pero subrayó su decisión de que ese tema sea resuelto por “la fuerza política” porque “si yo metía al gobierno en esto terminaba con el gobierno partido”, completó.
Sobre su decisión de haberse candidateado para las elecciones presidenciales el año pasado, Mujica, de 75 años, reconoció que no le “gustaba nada agarrar el viaje” de la postulación.
“Desgasto una energía de la ‘gran flauta’ (enorme) no me puedo ir a pescar cuatro días como Tabaré! é me voy a agarrar cuatro días de corrido! Por cómo me tomo las cosas yo es imposible”, añadió Mujica en alusión a los días de descanso que regularmente se tomaba su antecesor Tabaré Vázquez, un reconocido aficionado a la pesca.
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