Mi Mundial

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En el Sagrado viendo al Loco


El primer Mundial del siglo XXI no será un buen recuerdo para el pueblo argentino. El sorteo fue el primer gran escollo para el seleccionado nacional. Sin dudas el grupo que compartía con Nigeria, Inglaterra y Suecia no era fácil en la previa. Y el desenlace no fue el esperado para nadie.

Ese partido con los ingleses me tocó vivirlo en la escuela (Sagrado Corazón), que se apiadó de los futboleros y puso una pantalla gigante. Había que llevar un pesito para el café con leche y la medialuna que se repartió en el patio de la escuela. Además, se podían llevar gorros y banderas para hacerle el aguante a la Albiceleste.

Pero había un agregado extra que se vivió en la puerta de la escuela desde muy temprano. Los principales canales de Buenos Aires pusieron sus móviles para hacer la previa desde el patio de la escuela sólo por un motivo: Marcelo Bielsa fue ex alumno de la escuela. Varias profesoras aprovecharon la ocasión para contar cómo fue el Loco como alumno.

Así, en medio de luces, cámara y una alta expectativa (se había ganado el primer duelo ante Nigeria) se esperaba el trascendental encuentro ante los ingleses. Minutos antes cada uno empezó a buscar el lugar en los casi 20 metros de largo que tiene el patio para no perderse ningún detalle.

Los cantos y el color celeste y blanco se adueñaron de la institución. La pelota empezó a rodar y mirar el partido con más de doscientas personas no fue fácil. Cada uno tenía un comentario con el compañero que tenía a su costado.

El penal para los ingleses y el gol de Beckham sobre el final del primer tiempo empezaron a cambiar el estado de ánimo de un patio que una hora antes era todo algarabía.

En el segundo tiempo Argentina no lo pudo remontar y empezó a hipotecar lo que días después fue la eliminación en primera ronda.

Después de la derrota hubo que volver al aula. No fue tarea fácil, no discutir en el medio de la clase si fue o no penal o si el sistema táctico fue el adecuado.

Además el contexto económico no era el mejor en un país que seis meses antes había vivido una de las crisis más importantes de la historia.

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