Política

Facturas impagables

En el país del “embajador de la luz”, la Facultad de Medicina de la UBA recorta la electricidad

El Consejo Superior de la histórica facultad porteña resolvió que este invierno no se encenderán las calderas de su sede principal, que tiene 16 pisos. También se limitará el uso de ascensores, la iluminación de espacios comunes y el uso de equipos de aire acondicionado. La boleta tuvo 577% de suba


La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires decidió cortar el suministro eléctrico de todas las áreas comunes y limitar el uso de los ascensores en su edificio de 16 pisos, que sólo pueden utilizar personas con movilidad reducida. La decisión fue tomada por el Consejo Superior de la UBA al prevenir que la iba a ser imposible afrontar los gastos de electricidad con facturas que multiplican por siete las de abril de 2023, con presupuesto congelado por el gobierno del presidente Javier Milei, quien paradójicamente regresa a la Argentina distinguido como “embajador internacional de la luz”.
Con la quita de subsidios y los aumentos habilitados durante la gestión de La Libertad Avanza, la reconocida casa de estudios, que tiene unos 30 mil alumnos y cuya sede principal está en el barrio porteño de Recoleta, debe afrontar una aumento de la luz en los últimos meses que escaló al 577%. El vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, quien recientemente se hizo viral en las redes sociales al replicarse lanzó un desafío a boxear al vocero presidencial, Manuel Adorni, ratificó el recorte eléctrico y anticipó que no será el único: este otoño no se encenderá la caldera que calefacciona el edificio de la facultad y no se permitirá el uso de equipos de aire acondicionado.
La decisión se enmarca en la resolución 322/2024, fechada el pasado miércoles 10 –al día siguiente de la reunión del Consejo Interuniversitario Nacional– que declaró la “emergencia presupuestaria” en toda la Universidad de Buenos Aires, integrada por 13 facultades. La UBA afronta una reducción presupuestaria del 26% en términos nominales, según se denunció, lo que en términos reales, tomando en cuenta la inflación, implica una merma del 80%.
Con ese panorama, la resolución firmada por el rector Ricardo Gelpi, estableció “adherir y convocar” a la Marcha Nacional Federal Universitaria, en la que confluirán universidades públicas de todo el país, junto a sindicatos de docentes y no docentes, la Federación Universitaria Argentina, graduados, profesionales, investigadores, “en defensa de la universidad, la educación y la ciencia públicas” y en relamo por mayor presupuesto universitario.
“La educación pública universitaria constituye un orgullo de la sociedad argentina que se basa en los pilares de laicidad, gratuidad, autonomía, inclusión social, enseñanza con la máxima calidad académica, desarrollo de la investigación y compromiso con el entorno social, requiriendo un financiamiento adecuado para el desarrollo de sus actividades”, dice la resolución en sus considerandos, en los que también subraya que “es responsabilidad indelegable del Estado garantizar la educación en todos sus niveles, no pudiendo descuidar esta obligación, máxime teniendo en cuenta la importancia de la educación como un pilar para el progreso cultural y social”.
Y remarca que las políticas económicas del gobierno nacional generaron un desbarajuste: “En las condiciones actuales se encuentra seriamente afectada la posibilidad de mantener toda actividad tendiente a garantizar la calidad educativa, la continuidad de la investigación, de la extensión y la función asistencial”.
En Medicina, cuyo edificio principal se inauguró en 1944, nunca antes se había afrontado una situación extrema como la actual. La casa de estudios se fundó como tal en 1852, y los primeros médicos de Buenos Aires se graduaron en 1857.

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