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Torneo de los 30 equipos

En el debut de Bernardi como DT, Newell’s goleó a Racing

Con dos goles de Ignacio Scocco y uno de Martín Tonso, se impuso a la Academia en el Parque.


sintesisAunque parezca exagerado, Newell’s es un equipo fundamentalista. Hay una cuestión de fe con el estilo de juego con el que ayer se impuso cómodamente a Racing por 3-0. Cree en el protagonismo como dogma futbolero, lo defiende con convicción y autoridad, no lo cuestiona. Lo siente propio y no acepta otra cosa.

Cada tanto necesita renovar su credo con alguna revelación, un ejemplo que afirme que el camino transitado es el correcto. La llegada de Lucas Bernardi sirvió para eso. Para despertar el amor propio que estaba apagado por sucesivos sinsabores. Para desterrar los miedos y asumir nuevamente riesgos. Para convencer a todos de que no está equivocado cuando afirma que este equipo sabe jugar de cierta manera. De una sola manera, en realidad.

Todo arranque supone expectativas e ilusiones. Pero también incertidumbre. Porque es la primera experiencia del DT, por la inclusión de muchos juveniles, por el nivel que venía mostrando el equipo y, sobre todo, algunos futbolistas. Newell’s dio un mensaje esperanzador de recuperación. Demostró que hay potencial y que puede dar más de lo que había entregado en el último tiempo.

En toda religión son necesarios los sacrificios. Newell’s hizo un gran esfuerzo para mantener una presión alta y forzar el error en la salida de Racing. Así nació la primera conquista, que derivó en el tanto de Martín Tonso, ayer iluminado por los dioses. Tanto que no dio por perdido un centro pasado de Mauricio Tevez y la metió al punto penal para que Nacho Scocco la empujara y pusiera el 2-0 en el primer tiempo.

Hubo sumisión a una idea, compromiso para sostenerla, humildad para ocupar el lugar que fuese necesario. Y virtudes para fortalecerla. La seguridad de Oscar Ustari, la firmeza de Leandro Fernández, la ubicuidad de Hernán Villalba, la dinámica de Denis Rodríguez y Daniel Mancini, el desequilibrio de Mauricio Tevez, el oficio de Scocco.

Desde la confianza en una propuesta y sobre todo en sí mismo, Newell’s revivió de la noche a la mañana y sanó sus heridas. Como si fuera un milagro. Toda una cuestión de fe.


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