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En Egipto la rebelión se organiza y va por su objetivo

Tras el séptimo día de protestas, hoy una gran marcha tratará de forzar la renuncia del presidente Mubarak.

Miles de manifestantes mantuvieron ayer una fuerte presión sobre el presidente egipcio, Hosni Mubarak, desde la emblemática plaza Tahrir, en pleno corazón de El Cairo, en el séptimo día de protestas, mientras se preparan para redoblar la apuesta con una gran marcha que hoy intentará llegar al Palacio Presidencial para forzar la dimisión del mandatario. En tanto, versiones de prensa señalaron que familiares del mandatario de 82 años, entre ellos su mujer Susanna y sus hijos Gamal (de 47 años y quien se pensaba lo iba a suceder en el poder) y Alaa, volaron a Londres para refugiarse en la millonaria mansión (valuada en más de 13 millones de dólares) que los Mubarak tienen en la capital británica. Por su parte, el Ejército, un actor clave en el resultado de la revuelta popular, emitió un comunicado en el que asegura que no utilizará la fuerza y que considera legítimas las reivindicaciones de los manifestantes (ver abajo).

“Será el día más grande de nuestra historia, vamos a comenzar a construir el futuro. Esperamos movilizar a tres millones de personas en una gran marcha para la caída del presidente”, dijo en declaraciones a Télam Ashraf Mohi, uno de los organizadores de la movida. Asharf sostuvo que Mubarak tenía ayer su última oportunidad “ya no de salir del país, sino de sobrevivir”.

“Después de mañana (por hoy) no le quedará más opción que entregarse y someterse a la ley como un criminal o incluso puede enfrentarse a algo mucho más grave”, remarcó y añadió: “Es el momento de que la comunidad internacional muestre respeto por el pueblo egipcio y deje de apoyar a un gobierno que está a punto de colapsar. Es cuestión de horas, días, pero va a colapsar. Si apoyan a Mubarak hasta el final serán nuestros enemigos en el futuro”. 

Por séptimo día consecutivo, cientos de miles de egipcios volvieron a desafiar ayer el toque de queda impuesto por el gobierno y que rige desde las 15 hasta las 8 de la mañana, para manifestarse y pedir pacíficamente la renuncia de Mubarak. Los organizadores de las protestas, cuyo símbolo más visible es el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, habían elevado ya el nivel de presión anunciando una huelga general indefinida a partir de ayer. Desde su inicio el pasado martes, las protestas ya se cobraron la vida de 150 personas.

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