Policiales

Infancias en riesgo

Empresario comenzó a ser juzgado por abusar de una nena en un hotel céntrico de Santa Fe

La Fiscalía pidió este lunes, en el inicio del debate, 15 años de prisión para el acusado por el ataque sexual que sufrió la víctima, de 12 años, en enero de 2014 y del que participó su amante, quien era la madrastra de la pequeña. La mujer de nacionalidad brasileña será juzgada en su país de origen


Imagen Ilustrativa

Un empresario de entonces 69 años comenzó a ser juzgado este lunes por el ataque sexual que sufrió una nena de 12 años en enero de 2014 cuando se alojaba en un hotel céntrico de Santa Fe. La Fiscalía y la querella lo acusaron de aprovecharse que la víctima estaba a su cuidado, ya que era la hija de un amigo y socio, y de cometer el abuso con la participación de su amante, la madrastra de la pequeña de nacionalidad brasileña, que será juzgada en su país de origen. La acusación pidió 15 años de prisión para el empresario. La sentencia se conocerá este jueves a las 11, según la agenda programada por la Oficina de Gestión Judicial (OGJ).

El debate comenzó este lunes a las 8.30 ante el tribunal –presidido por la magistrada Rosana Carrara junto a los jueces Sergio Carraro y Rodolfo Mingarini– en la capital provincial. En la primera jornada comenzó a analizarse la prueba expuesta por la fiscal del área de Violencia de Género, Familiar y Sexual, Alejandra Del Río Ayala, el querellante, José Mohamad y la defensa, a cargo de Raúl Berizzo y Germán Corazza.

Voceros relacionados al caso señalaron que declararán 13 testigos –siete por la Fiscalía y cinco por la defensa–, cuatro de ellos están radicados en Brasil y entre los que se encuentra la mujer brasileña que está sindicada como quien acompañó al empresario mientras cometía el ataque.

La causa

La agresión ocurrió el 2 de enero de 2014 en un hotel céntrico de la capital provincial, donde residía el acusado, el empresario Alberto Héctor Dolinsky, de entonces 69 años. Por ese entonces, allí también se alojaban la pequeña de 12 años y la entonces pareja de su padre, quien fue identificada como Lindaci Da Silva Miranda, de ahora 31 años y de nacionalidad brasileña. Dolinsky y el padre de la nena se conocían, por su actividad comercial y también eran amigos, según trascendió en la acusación.

A finales de 2016, la niña le comentó la situación a la nueva pareja de su padre, quien realizó la denuncia ante la Unidad Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual de la Fiscalía Regional Santa Fe. En Cámara Gesell, la niña relató que aquel día de 2014 la novia de su padre –por Lindaci– junto con el imputado mantuvieron relaciones sexuales frente a ella en el solarium del hotel y luego en la habitación. La pequeña aseguró también que fue obligada a tomar whisky y fue agredida sexualmente por el hombre en el baño de esa lugar.

Por esos hechos, Dolinsky fue imputado por “abuso sexual con acceso carnal calificado” (al ser cometido por dos personas) en concurso real con “promoción a la corrupción de menores agravada” (por ser la víctima menor de 13 años), según informó en dicha oportunidad la oficina de prensa del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

La fiscal subrayó que “por la modalidad y circunstancias de realización de los ilícitos, produjeron denigración, humillación y gran sometimiento en la víctima”. En tal sentido, Del Río Ayala concluyó que “además, son ilícitos capaces de corromper el normal desarrollo sexual de una niña”.

Traumático

Para la Fiscalía, el acusado, quien llega al debate en prisión domiciliaria y con permiso para concurrir a su lugar de trabajo, “formaba parte del círculo más íntimo de confianza del padre de la víctima; había asumido –junto a la mujer extranjera– un deber de cuidado en relación a la niña; aprovechó la vulnerabilidad de la menor; la colocó en un total estado de indefensión y la expuso a un sinnúmero de riesgos físicos y psíquicos”.

Del Río Ayala explicó que “los motivos por los que delinquió no pueden ser justificados en razones altruistas o de necesidades económicas extremas, ni dirigidos a la protección de un bien jurídico, sino más bien que implican un acto claro de pedofilia”, agregó Del Río Ayala.

La fiscal hizo hincapié en que los delitos contra la integridad sexual “son de los más aberrantes que se pueden cometer contra una persona, en especial cuando las víctimas son niños y niñas”. En tal sentido, explicó que “no sólo por los derechos que se vulneran, sino también por lo traumático que resultan estas acciones y las consecuencias que producen o podrían producir a lo largo de la vida de una persona”.

La cómplice  

La investigación de la fiscal incluyó a la mujer de nacionalidad brasilera, que también estaba al cuidado de la niña y que fue citada a audiencia imputativa a principios de 2018. “Esta mujer pidió una prórroga pero cumplido este plazo, al no presentarse ante la justicia se declaró su rebeldía y se pidió captura internacional”, manifestó Del Río Ayala y añadió que “la mujer fue detenida por Interpol en Porto Galinhas, Pernambuco,  el 20 de julio de 2018, y su situación procesal tramitará ante la Justicia del vecino país”, adelantó.

Agenda

El inicio del debate fue este lunes a las 8.30 en una jornada que se prolongó hasta las 19 en la que, además de los alegatos de apertura, declararán los testigos. Los alegatos de clausura fueron programados para este martes a las 10, mientras que la lectura de la sentencia está prevista para este jueves a las 11, indicaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

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