El Hincha

Liga Profesional

Empate con buenas sensaciones: un muleto Newell’s mereció ganarle al escolta Talleres

Garro de tiro libre abrió el marcador a favor del elenco cordobés y el ecuatoriano Djorkaeff Reasco de penal lo empató para la Lepra, que jugó caso todo el segundo tiempo con un hombre más por la expulsión de Suárez pero erró las muchas que generó

Crédito: Franco Trovato Fuoco

Otro empate en el Parque, pero esta vez con buenas sensaciones. Newell’s igualó 1-1 con Talleres en un partido donde Heinze preservó titulares para el cruce con Corinthians y los suplentes cumplieron, jugándole de igual a igual al subcampeón y sin injerencia arbitral, incluso con un penal a favor y un gol anulado a la “T” por offside, que fueron bien sancionados, aunque con los antecedentes recientes de fallos perjudiciales, fueron todo un hallazgo.

Jugar con suplentes siempre es dar ventaja, pero la decisión del Gringo de preservar a los titulares para el choque copero del martes en San Pablo no admite discusión. La prioridad de la Lepra es la Sudamericana y poner en riesgo físico a jugadores irremplazables como Sforza, Recalde, Ferreira, Martino y Aguirre era casi irresponsable. Por eso los reproches hacia el DT o los futbolistas esta vez tenían cierta protección previa.

Suplentes con juveniles como Glavinovich, Balzi o Sotelo con escasos minutos en reserva. Vangioni con poco rodaje, Iván Gómez poniéndose en forma tras una lesión y con Reasco como único punta, en un esquema 3-4-2-1 que intentó darle más seguridad al equipo. Enfrente Talleres, protagonista absoluto del torneo. Y si bien los pronósticos en el fútbol suelen chocarse con una pared, la diferencia previa a favor de los cordobeses era visible.

Tal vez esa ausencia de responsabilidad, no ser banca en un Coloso que siempre entrega un plus, permitió que Newell’s juegue con soltura. Y si no fuera por la debilidad ofensiva de Reasco, el equipo de Heinze era merecedor de adelantarse en el tablero. Pero el ecuatoriano falló de cabeza tras un gran centro de Vangioni, luego le pegó débil y sobre la marca dentro del área chica y para completar el despilfarre, tocó livianito ante el atore de Herrera en un mano a mano que nació de un pelotazo de Velázquez, quien puso en evidencia la fragilidad defensiva rival. Era tan bueno lo de Newell’s que el gol de Talleres golpeó más de lo previsto. Mansilla cometió una falta cerca del área, contra un costado, y el remate de Garro terminó en la red por una tardía reacción de Hoyos.

El cimbronazo fue más fuerte en el hincha que en el equipo. El empuje de Velázquez, las trepadas de Méndez y Vangioni, el buen pie de Sotelo y los incansables Gómez, Montenegro y Balzi pusieron a Newell’s otra vez cerca de Herrera. Y el empate fue consecuencia del juego.

Por una vez una jugada preparada de pelota parada puso a Balzi dentro del área con tiempo y espacio y el centro lleno de peligro dio en la mano de Garro. No fue necesario el VAR para verla: Reasco asumió la responsabilidad y si bien hubo cierta desconfianza en el hincha, el ecuatoriano definió con certeza para poner en tablas un partido parejo.

El despliegue encomiable de todos y el orden táctico pusieron a la Lepra con chances de ganar. Sí, los suplentes hicieron olvidar esa condición y apretaron a Talleres. Y en uno decesos embates arrasadores de Méndez, Suárez lo tumbó y se fue expulsado por doble amarilla. Y el partido se puso más rojo y negro. Heinze guardó a Velázquez y Gómez, sin perder de vista a Corinthians, pero no pudo evitar entusiasmarse y mandó a la cancha a Recalde y Pérez Tica.

Pero faltó un poco de jerarquía en los metros finales para sellar una victoria que hubiera sido muy festejada, aunque el empate no cayó mal. Y Heinze pudo guardar energía de cara al choque copero por la Sudamericana, el principal objetivo.

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