Ciudad

Empalme sigue esperando

El presidente de la vecinal, Osvaldo Ortolani, ironizó sobre una segunda etapa de obras cloacales en ese barrio “cuando nunca se realizó la primera”, afirma: hace 2 años una empresa abrió zanjas y abandonó.


barriodentro

El presidente de la vecinal Empalme Graneros, Osvaldo Ortolani, se mostró sorprendido ayer por el anuncio de una segunda etapa de obras cloacales para esa zona de la ciudad incluido en la información difundida por el gobierno provincial sobre el llamado a licitación para el tendido de colectoras en seis barrios rosarinos donde residen unos 25.000 vecinos.

“La provincia planea una segunda etapa cuando nunca se hizo la primera”, denunció.

El vecinalista explicó que lo que se plantea hoy como segunda etapa de obras cloacales para Empalme Graneros corresponde en realidad a Ludueña, en la intersección de las calles Gorriti y Junín: “Cuando en el año 2011 se aumentó la TGI, se destinaron parte de los fondos a la construcción de redes cloacales en Empalme Graneros, pero en realidad donde se hicieron fue en el barrio de Ludueña. En el anuncio –difundido el jueves por la empresa Aguas Santafesinas– se equivocaron o no saben dónde están los barrios”.

En este sentido, Ortolani manifestó que en Empalme Graneros son 45 mil los habitantes que no cuentan con redes cloacales. “No hay cloacas en todo el barrio, y con esa excusa sólo tenemos cuatro calles con pavimento definitivo. Estamos hablando de una de las zonas más postergadas de la ciudad que debería ser considerada como prioritaria”, sostuvo el representante vecinal.

El plan del Tigre

Las obras de construcción de la primera etapa de redes cloacales a las que hace referencia Ortolani fueron ejecutadas por la Municipalidad de Rosario en el marco del Plan Integral de Cloacas, un proyecto presentado por el concejal por el Frente Para la Victoria, Héctor Cavallero.

En relación con el anuncio por parte del gobierno provincial del llamado a licitación, el concejal se mostró satisfecho aunque remarcó que “es obligación de la provincia hacer las cloacas y no del municipio, como ocurrió hasta ahora”.

Cavallero señaló que en la ciudad el 30 por ciento de la población no cuenta con redes cloacales, hecho que llevó a la elaboración del Plan Integral de Cloacas

“El proyecto lo presentamos en el año 2009 ante el déficit de obras por parte del gobierno provincial en la construcción de cloacas. Sacamos una ordenanza para ejecutarlas a través de un fideicomiso, con un 30 por ciento que sale del Fondo Solidario y un 50 por ciento del fondo de desagües pluviales del municipio, sumando 50 millones de pesos para este año”.

Según el concejal, las obras financiadas hasta el momento por el Plan Integral corresponden la segunda etapa de los barrios de San Francisquito, Unión y Progreso y San Martín Sur. Se están realizando además tareas en las zonas de Fisherton Sur, Godoy Este y Villa Urquiza Sur.

“El anuncio de la provincia es muy positivo por los barrios que comprende, por el plazo de ejecución de doce meses y sobre todo porque ayuda a achicar la brecha en la que venimos trabajando desde hace varios años. Pero hay que remarcar que las obras tienen que ser realizadas por la empresa provincial y no por el municipio como viene pasando”, concluyó Cavallero.

“Rompieron y se fueron”

Osvaldo Ortolani explicó que desde la vecinal que preside se gestionaron hace un par de años fondos del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) para la construcción de redes cloacales en el barrio. “En el año 2010, comenzaron las obras de lo que era la primera etapa de la calle Olivé, pero el Enohsa mandó a la empresa que ganó la licitación provincial el 20 por ciento de los fondos y esa plata se esfumó”, manifestó el vecinalista.

El inicio de obras fue celebrado con un acto en el lugar por el entonces gobernador Hermes Binner, pero a los pocos meses, según Ortolani, la empresa argumentó diferencias en los costos y abandonó las tareas.

“Lo único que hicieron fue romper cien metros de calle y dejar todo igual. Tomaron las medidas, rompieron todos los caños y renunciaron a la obra. Nadie les reclamó más nada”, finalizó el vecinalista.

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