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Virus expansivo

El zika en Colombia supera 20 mil casos

Del total, hay 2 mil mujeres embarazadas infectadas, dijo el gobierno.


Colombia registra más de 20.000 casos de personas infectadas por el virus zika, que afecta a gran parte de América latina, más de 2.000 de ellos en mujeres embarazadas, informó ayer el Instituto Nacional de Salud.

Según el último boletín epidemiológico, los casos de zika son 20.297, 2.116 de ellos en embarazadas. Colombia es el segundo país más afectado de la región por el virus, después de Brasil.

Aunque en general los síntomas del zika son leves –fiebre baja, dolor de cabeza y articular o sarpullidos– se sospecha que embarazadas que contraen zika pueden tener luego bebés con microcefalia, una enfermedad congénita irreversible que provoca daños irreparables en el desarrollo motor y cognitivo del niño.

De los casos notificados, 1.050 fueron confirmados por exámenes de laboratorio, 17.115 confirmados por clínica y 2.132 son casos sospechosos. El virus ya afecta a 193 municipios del país y el 63,6 por ciento de las infecciones han afectado a mujeres.

El gobierno colombiano decretó el pasado martes el nivel de alerta verde que pide a los hospitales de municipios ubicados a menos de 2.200 metros de altura estar prevenidos ante una fase expansiva del virus zika.

Además, las autoridades recomendaron a las parejas posponer entre seis y ocho meses los embarazos.

El zika es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que también transmite dengue, fiebre amarilla y chicunguña.

En Colombia, se prevén más de 600.000 infectados por el virus este año y medio millar de casos de microcefalia si se repite la situación que vive Brasil, el país más afectado por esta epidemia, con más de un millón y medio de casos.

El virus se expandirá por todo el continente americano excepto Canadá y Chile, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así empezó el brote en Brasil

Camaçarí estaba presa del caos con los hospitales atestados de pacientes desesperados por saber qué les ocurría, sin sospechar que serían los primeros casos confirmados del virus zika, que inició en esta ciudad de Brasil su brote explosivo. ¿Será algún tipo de dengue, una reacción alérgica por contaminación de las aguas? Los habitantes de esta ciudad ubicada a unos 50 kilómetros de Salvador, en el estado de Bahia, se preguntaban con angustia en los primeros meses de 2015 qué sería  aquella dolencia que estaba afectando cada vez a más personas.

La enfermedad “misteriosa” la llamaba la gente; “síndrome eccematoso indeterminado”, señalaban los partes médicos al resaltar las irritaciones que provocaba en la piel.

“Mis dos niños y yo nos enfermamos. En mi barrio se contagió casi todo el mundo”, recordó a la AFP Vanessa Machado dos Santos, de 35 años, que se gana la vida vendiendo agua de coco en la tórrida Camaçarí.

“Nos empezó a picar la piel, teníamos fiebre, dolor de cabeza y de cuerpo, mucho dolor en las articulaciones”, describió.

“Un tiempo después en el hospital me dijeron que era zika, pero nadie sabía muy bien de qué se trataba. Que se parecía al dengue, que lo traía un mosquito, que venía de otro país. Muchas historias sobre el famoso zika”, contó.

Tienen que ayudarnos

Era abril de 2015 y los centros médicos estaban colapsando en esta ciudad de unos 200.000 habitantes. El doctor Antonio Carlos Bandeira, del hospital Santa Helena, pensó que era urgente determinar ese síndrome y contactó al virólogo Gubio Soares, de la Universidad Federal de Bahia, a quien conocía.

Por los síntomas que presentaban los pacientes y el contagio explosivo  –”había edificios enteros de gente enferma”, relató Bandeira– asumieron que se trataba de un arbovirus, nombre genérico para aquellos virus transmitidos por algún insecto u otro animal semejante como dengue o chicunguña.

“En esa época había un caos debido al número de consultas. Fue de verdad un pedido de socorro que hicimos al investigador Gubio”, recordó. “Tienen que ayudarnos en esto, le dije. Hay que investigar qué virus es”, contó .

En su laboratorio del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Federal de Bahía, en la capital Salvador, Soares junto a su colega Silvia Sardi se dedicaron a investigar una veintena de muestras de pacientes de Camaçarí.

Hasta que dieron con el villano: zika, identificado por primera vez en el mundo en 1947 en África, que ya había brotado en islas del Pacífico en 2007 y 2013 pero que, por las características geográficas, no había tenido el mismo impacto. Soares tenía reactivos que permitieron la identificación del virus.

“Ya había leído trabajos interesantes sobre el zika. En paralelo, vi las fotos de personas contagiadas con el virus y como ya había muchos en Camaçarí, pensé que se trataría de zika. Lo discutí con Silvia Sardi, hicimos los test y fueron concluyentes. Y así lo identificamos por primera vez en Brasil”, relató.

Eso fue el 28 de abril de 2015. Al día siguiente, las autoridades informaron el hallazgo.

Desde Brasil el virus se ha expandido vertiginosamente por América. Se estima que llegó al país durante la Copa del Mundo a mediados de 2014, con unos primeros casos en el estado de Río Grande del Norte.

Aún está por determinarse si este virus es el responsable por un aumento de casos de bebés nacidos con microcefalia y de adultos que han desarrollado un síndrome que puede generar parálisis.

Al año siguiente de su brote en Brasil, el zika sigue rodeado de misterio.

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