Policiales

Violencia letal

El Viejo González y sus dos gatilleros condenados por homicidios y balaceras en el Cordón Industrial

Jefe de banda de narcomenudeo de Capitán Bermúdez, y que lideró penal vip en Alcaidía de San Lorenzo, recibió 20 años por ordenar tres asesinatos desde su celda en Piñero. A su ladero Chochán le dieron 25 años por un crimen y una tentativa y el otro recibió 15 años y medio por dos ejecuciones


El jefe de una banda dedicada al narcomenudeo bermudense y dos de sus tiratiros fueron condenados a altas penas de cárcel este jueves en un juicio abreviado. Es por una serie de crímenes y ataques a balazos con heridos que tenían como finalidad imponerse en el Cordón Industrial. Walter “Viejo” González es el líder y recibió 20 años de prisión por instigar tres asesinatos desde la cárcel de Piñero, mientras que sus laderos Eduardo “Chochán” Gómez, de 32 años, y Ricardo “Maluma” Díaz, de 22, fueron penados con 25 años y medio y 15 años y medio, respectivamente.

De acuerdo con voceros judiciales, el acuerdo entre el fiscal Aquiles Balbis y la defensa de los tres acusados representada por Fausto Yrure quedó firme este jueves tras la homologación de la magistrada Griselda Strologo.

En el procedimiento abreviado, Chochán Gómez se responsabilizó por el crimen de David “Tubi” Medina y la tentativa de homicidio de Joel C. mientras que a Maluma Díaz le atribuyeron los asesinatos de Jonatan “Pony” Anguilante y Walter Santa Cruz.

Por su parte, el Viejo González, sindicado líder con base en barrio Copello, fue sindicado por la instigación de los homicidios de Pony Anguilante, Tubi Medina y Santa Cruz, aportaron las fuentes.

La banda que quería el Cordón Industrial  

La organización del Viejo González comenzó a sonar en las crónicas policiales a mediados de 2018 por una serie de enfrentamientos armados contra el clan de los Rodríguez, con asiento en barrio Los Robles de Granadero Baigorria. Es que la tensa alianza entre las dos organizaciones dedicadas al narcomenudeo se rompió cuando uno de los integrantes de los Rodríguez fue asesinado en barrio Copello.

Se trataba de Juan Ramón Ríos, quien fue acribillado el 28 de junio de 2018 cuando visitaba a su hermana en ese barrio y falleció en el Eva Perón un mes más tarde.

Para esa época, el Viejo ya estaba en Piñero purgando una condena a 4 años y medio de cárcel que incluyó una sentencia por comercialización de estupefacientes en Capitán Bermúdez del fuero federal y una pena de la justicia provincial por lesiones graves, amenazas y daños.

El asesinato de Ríos rompió toda posibilidad de consenso entre los cabecillas de los clanes y empezaron las balaceras que tuvieron una violenta escalada en el primer semestre de 2019 en distintas localidades del Cordón Industrial.

El fiscal Balbis logró identificar que la banda del Viejo González, integrada por al menos 10 personas, tuvo responsabilidad en tres homicidios y tres intentos de asesinato.

Para la acusación, el Viejo instigaba los crímenes desde Piñero y tenía como brazos armados a Chochán y a Maluma.

El primero de los crímenes que le achacaron ordenar al Viejo fue el 24 de enero de 2019 cuando mataron a tiros a Walter Santa Cruz en barrio Norte, de San Lorenzo y como ejecutor fue señalado Maluma.

El 28 de ese mes en la zona de Capitán Bermúdez conocida como El Zanjón fue asesinado de siete disparos Jonatan “Poni” Anguilante y, otra vez, Maluma fue sindicado como el tirador que se bajó de una moto conducida por otro miembro, Rafael R.

“¿Acá venden droga?”, fue lo que contaron los testigos sobre lo único que dijeron Chochán y Maluma antes de disparar contra Joel C. en una casa de Granadero Baigorria.

La víctima recibió cuatro disparos y se salvó de milagro. Además, en esas dos semanas también terminaron gravemente heridos por balazos Brian Z. y Jeremías M.

El Viejo también le ofreció a Chochán 10 mil pesos para que asesinara a David “Tubi” Medina, de 48 años. El 5 de marzo de ese año, Tubi fue ejecutado a sangre fría en barrio Norte en San Lorenzo y frente a su hija, decía la acusación y quedó bajo una aceptación tácita con el abreviado.

La pesquisa por este crimen desató el ocaso de la banda y también develó la connivencia policial que había en la Alcaída de San Lorenzo.

Chochán fue detenido el 19 abril de 2019 y además del crimen de Medina contaba con una captura por no regresar de una salida transitoria de Piñero.

El 2 de agosto pasado hubo allanamientos donde no sólo cayeron ocho integrantes de la banda sino que también el Viejo González quedó sindicado por los tres crímenes encargados por celular desde su celda.

Además del jefe, Chochán y Maluma también fueron imputados Sebastián A., Sebastián T., Rafael R., Mauricio “Tiki” D’Zumiga y Brian L. y dos hermanas del Viejo, Dana y Ayelén.

En noviembre del año pasado, Tiki fue condenado a 6 años de prisión al aceptar ser el chofer el los tiratiros del Viejo y haber participado de forma secundaria en el ataque contra Joel C.

Comodidades en la Alcaídía  

Pasó un día de aquellos operativos que hizo el personal de Gendarmería para desbaratar la banda del Viejo y las fuerzas federales hicieron otro allanamiento: esta vez fue en la Alcaidía de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo, donde cayó su jefe, el comisario José Budiño, quien quedó imputado por cohecho activo e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Por esos días, el fiscal Balbis había aclarado que Budiño no era investigado por dar protección a la banda de los González de Copello, sino que se descubrió a través de la pesquisa sobre uno de los integrantes del grupo, que estaba detenido desde antes, que el comisario les cobraba por brindar beneficios en el alojamiento.

Incluso descubrieron que las hermanas del Viejo, quienes tenían que estar alojadas en la cárcel de mujeres, estaban por orden de Budiño en dicha Alcaída, un lugar en el que sólo se alojan varones.

En aquel procedimiento, el personal de la Gendarmería secuestró en las celdas vip conexión wi-fi, televisores, teléfonos celulares, equipos de audio, cuchillas y chairas, preservativos, cafetera, zapatos y ropa de mujer, routers y botellas de whisky.

“Había alcohol etílico como para incendiar toda la Jefatura”, contó el fiscal Balbis en la audiencia donde Budiño quedó en prisión preventiva por siete hechos de exacciones ilegales y tres de incumplimiento de deberes de funcionario público, delitos que tiene una escala penal que va de 1 a 28 años de prisión.

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