La firma sueca De Laval decidió cerrar la fábrica de insumos para el ordeñe que posee en la localidad de El Trébol, que durante años fue la pionera en Latinoamérica. La determinación afectó a 42 empleados y se suma al cierre de operaciones en Brasil, Polonia y Estados Unidos.
Este martes marcó los directivos de la multinacional se reunieron con el personal para anunciar el cese de las actividades.
José Camoletto, gerente comercial de De Laval Argentina, explicó a El Litoral: “Lamentablemente se cerró la planta industrial en El Trébol. El personal será indemnizado. La decisión responde a una estrategia global que también afecta a otras plantas similares en diferentes países”.
La historia de la fábrica se remonta a 2001, cuando De Laval Holding BV adquirió la mayoría accionaria de Juan Bautista Bosio SA, y marcó el inicio de una nueva etapa. Sin embargo, la firma ahora se enfocó en productos de alta tecnología con un enfoque global, relegando las producciones más básicas que tenían lugar en El Trébol.
El cierre de esta planta, precursora en la producción de ordeñadoras en Latinoamérica, deja un vacío en la historia industrial de la ciudad. La comunidad se enfrenta a un desafío inesperado mientras 42 trabajadores se preparan para enfrentar la difícil situación del cese de actividades de una empresa que fue parte integral de la identidad local.
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