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El Teatro Cervantes estrena en Santa Fe una versión libre de “Hedda Gabler” dirigida por Edgado Dib

Clásico de Henrik Ibsen, la propuesta, una coproducción con la Municipalidad de Santa Fe que se presentará desde este sábado en la sala Marechal, cuenta con las actuaciones de Carolina Cano, Sergio Abbate, Ruben Von Der Thüsen, Raúl Kreig, Luciana Brunetti y Luchi Gaido  


En una saludable política federal con la que busca potenciar la producción escénica nacional de la mano de grandes directores y directoras cuyo trabajo se desarrolla por fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Teatro Nacional Cervantes, primer y único coliseo nacional, en el marco de su programa TNC Produce en el País, dará a conocer este sábado en la ciudad de Santa Fe una versión libre del clásico Hedda Gabler, del escritor y dramaturgo noruego Henrik Ibsen, bajo la dirección del destacado creador santafesino Edgardo Dib, quien acredita no sólo un amplio recorrido como adaptador y director sino también como notable conocedor de los registros clásicos revisitados en el presente con singular sentido y originalidad.

De este modo y como ya pasó en Rosario el año pasado con Gregorio, el zanahoria (versión libre de La Metamorfosis de Kafka pensada para las infancias), la referida versión de Hedda Gabler es una coproducción del TNC con la Municipalidad de Santa Fe que tendrá su temporada desde este sábado 5, a partir de las 21, en la sala experimental Marechal del Teatro Municipal 1º de mayo (San Martín 2020).

Con un seleccionado de grandes actores y actrices santafesinas, la versión de Dib cuenta con las actuaciones de Carolina Cano, Sergio Abbate, Ruben Von Der Thüsen, Raúl Kreig, Luciana Brunetti y Luchi Gaido.

TNC Produce en el país es un programa que promueve el desarrollo de artistas locales en diferentes ciudades de la Argentina, para que formen parte de la programación del Cervantes más allá de su sede central.

El director santafesino Edgardo Dib.

La obra, en su versión original estrenada sobre finales del siglo pasado en Alemania, puede verse desde el presente con una lógica de género dado que, como Nora Helmer en Casa de muñecas, otro de los clásicos del mimos autor, la protagonista es una mujer que no encaja con los dogmas y las exigencias del género de su época, choca contra un supuesto canon de moral que incluso en el presente podría entrar en un debate de lo que se define como lógica binaria, es decir un mundo dividido en dos géneros, a lo que se suman la sutileza e inteligencia superior del autor de Peer Gynt puestos en un imaginario femenino.

“Hedda Gabler: ¿Qué decir que no se haya dicho de vos desde aquel 31 de enero de 1891 en el que tu padre dramaturgo, Henrik Ibsen, te puso por primera vez bajo la luz cegadora de la escena? Observada, enjuiciada, fascinante, cruel, hastiada”, escribió Edgardo Dib a modo de presentación de su propuesta.

Y agregó: “Henrik dijo: “…y se llamará Hedda”. Y yo dije: «¿Qué quiere decir tu nombre?, guerrera». Y recordé: «Edgardo, el que lleva la lanza». ¿Por eso nos encontramos en el laberinto teatral? ¿En la lucha ante la mirada de los otros? ¿Para pelear contra quiénes? ¿Para defendernos de quiénes? De nosotros mismos”.

“Nos escondemos entonces, Hedda, detrás de los cortinados-telones. Pero al fin los abrimos de par en par para devorar el miedo cara a cara. Allí se enciende la furia del teatro para nunca dejarnos quietos”, planteó el director.

Y cerró: “A días de que Hedda Gabler ya deje de ser nuestra y la compartamos con el público, me doy cuenta que por fin se va a cerrar el mágico círculo del fenómeno teatral entre la escena y los espectadores. Y respecto de qué verá el público, se trata de nuestra construcción y mirada de un gran clásico y, sin duda, participarán de una historia intensa e intrigante. Es cómo a este equipo de actrices y actores y a este director y grupo creativo le resuena en su interior y en este tiempo un personaje monumental como el de Hedda. Ella acciona y reacciona en un universo burgués de fines del siglo XIX. Pero a cada paso, a cada palabra que brota de su boca, aporta un paso y una palabra en nuestra contemporaneidad. Vivimos en estos días donde la opinión, ya sea la dulzura o la violencia de los otros, en redes, en la tevé, en las calles nos persigue y nos azuza; siempre esa voz interna que puede ser nuestra cómplice o nuestro peor verdugo. Por eso es bueno que el círculo de Hedda Gabler se cierre, porque es necesario para que se abran otros nuevos, incluso luego de cada función”.

La obra, que estará en cartel por dos meses, cuenta con la asistencia de dirección es de Elisa Martínez, la producción local de Vanina Dadone, el diseño, realización de vestuario y escenotecnia de Lucas Ruscitti y Federico Toobe y el diseño sonoro, de escenografía y de iluminación de Edgardo Dib.

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