Edición Impresa

Referendo europeísta

El sismo político británico sacudió Europa y al mundo

Londres deja la UE: el “brexit” logró el 51,9% de los votos contra 48,1; renunció Cameron aunque se quedará hasta octubre.


La decisión de los británicos de salir de la Unión Europea (UE) provocó ayer un terremoto que le costó el cargo al primer ministro David Cameron, hundió los mercados globales y dejó en el aire una posible desintegración del Reino Unido.

Los socios europeos lamentaron la decisión de los británicos e instaron a Londres a empezar cuanto antes las negociaciones de ruptura, para las que hay un plazo de dos años prorrogable.

El “brexit” es un “golpe a Europa”, declaró la canciller alemana Angela Merkel, que invitó al presidente francés François Hollande, al primer ministro italiano Matteo Renzi y al presidente del Consejo Europeo Donald Tusk a reunirse en Berlín el lunes que viene.

El presidente estadounidense Barack Hussein Obama, que durante la campaña advirtió que el Reino Unido iría a la cola en las negociaciones comerciales con Washington si dejaba la UE, se mostró más conciliador. “La relación especial entre Estados Unidos y Gran Bretaña es duradera”, recordó.

Pero el sismo acabó con Cameron, que presentó su dimisión al poco de conocerse la victoria del brexit en el referéndum del jueves por el 52 por ciento frente al 48.

La renuncia del primer ministro se hará efectiva antes del congreso del Partido Conservador, en octubre venidero.

“No sería correcto que yo fuera el capitán que dirigiera al país” tras el voto a favor del Brexit, dijo ante su residencia de Downing Street.

El presidente ruso Vladimir Putin vio en todo esto una muestra de la “actitud superficial” del gobierno de Cameron en asuntos “cruciales” para el país.

Lágrimas en Londres

Los ganadores estaban exultantes. Con apenas un diputado en el Parlamento, el líder antieuropeísta Nigel Farage se convirtió en el gran ganador al haber conseguido centrar la campaña en el tema de la inmigración, donde más le interesaba.

“Ahora tenemos una oportunidad gloriosa para aprobar nuestras leyes y fijar nuestros impuestos”, dijo el conservador Boris Johnson, ex alcalde de Londres, que apunta como un posible substituto de Cameron.

La euforia de los “brexiters” contrastaba con las lágrimas de Francesca Crimp, una empleada bancaria que iba camino al trabajo. “Estoy asustada, voté por el futuro de mi hijo y ahora me siento muy insegura”.

“Esta ciudad multicultural en la que vivo cambiará drásticamente, y el mundo ya no es el mismo”, agregó.

En cuanto a los europeos de Londres, tenían dificultades para digerir la victoria del brexit y, sobre todo, el mensaje que algunos creen que esconde: “No son bienvenidos”.

“Llevo viviendo aquí cinco años y nunca me había sentido rechazado, hasta hoy. Es como si la mitad de la población nos gritara en la cara que no nos valora”, dijo a la AFP el portugués Carlos Velázquez.

Nunca en la historia de la UE un país había votado para abandonar ese proyecto que nació en los años 1950, de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial.

En juego está el estatuto legal de millones de trabajadores europeos en el Reino Unido, de centenares de miles de jubilados británicos en países como España, Francia o Portugal.

Fue un viernes negro

Las bolsas cayeron ayer en picada, la libra esterlina marcó sus peores registros de los últimos 30 años y los inversores compraban alocadamente deuda alemana, amenazando con una nueva crisis financiera a la maltrecha zona euro. El precio del petróleo volvió a caer. En Sudamérica el impacto financiero fue limitado: 2,2% cayó el Merval y el Bovespa 2,8%. El Banco de Inglaterra se mostró dispuesto a inyectar inmediatamente 250.000 millones de libras esterlinas en liquidez.

Efecto domino hacia Escocia

Las consecuencias nacionales e internacionales luego de la consulta popular británica fueron inmediatas. Los independentistas escoceses anunciaron el inicio de los preparativos legales para un segundo referéndum de independencia, el Sinn Fein irlandés quiere también que el Úlster pueda votar unirse a Irlanda.

También los ultraderechistas de Francia y Holanda reclamaron también poder pronunciarse sobre la Unión Europea (UE).

Por otra parte, varios líderes independentistas catalanes estimaron que el brexit y un segundo referéndum de autodeterminación en Escocia les pueden dar argumentos para reclamar un referéndum de secesión de España.

“Hay momentos en que lo correcto es consultar a la gente”, aseguró el premier David Cameron, defendiendo su decisión de convocar el referéndum. Pero los analistas ya habían advertido que esa promesa electoral demagógica –le sirvió para hacerse de votos nacionalistas– podía ser un boomerang de efectos impredecibles. Y eso pasó.

Malcorra: “No puede impactar sobre el diálogo por Malvinas”

La canciller argentina Susana Malcorra rechazó ayer considerar la hipótesis de que el referendo que decidió la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) pueda tener impacto en un eventual diálogo con Gran Bretaña sobre Malvinas y propició una actitud prudente también respecto de una supuesta preocupación kelper por el estatus comercial isleño después de la salida de Londres de la UE.

“Mal puede haber impacto en algo que no se ha iniciado”, dijo Malcorra en conferencia de prensa en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería.

Sobre el mismo tema, el embajador argentino ante el Reino Unido, Carlos Sersale di Cerisano, consideró que el llamado brexit “no cambia” la situación del conflicto , mientras que Alicia Castro, que fue embajadora del gobierno kirchnerista ante el Reino Unido, sostuvo que en la nueva situación seria “ideal” que la Argentina encare un “aumento de la presión” para resolverlo favorablemente.

Comentarios