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El Senado eligió autoridades y después se descarriló todo

El kirchnerismo dejó la sesión sin quórum mientras los opositores esperaron en balde la llegada de Menem.

El bloque oficialista evitó ayer que la oposición se quede con la presidencia de 13 de las 25 comisiones del Senado y con la mayoría de sus miembros en todas, al dejar sin quórum a la sesión preparatoria en la que el radicalismo, el peronismo disidente, los socialistas y algunos provinciales unidos no llegaron a la crítica cifra de 37 legisladores sentados en sus bancas. “No tienen quórum, ni la mayoría de los 37 senadores, nos vamos a retirar y vamos a proseguir con las negociaciones”, disparó el rionegrino Miguel Ángel Pichetto antes de levantar al bloque del Frente para la Victoria y a sus aliados del ARI de Tierra del Fuego y del Movimiento Popular Neuquino y a la oposición en ascuas. Lo único que se había votado hasta entonces eran las autoridades de la Cámara alta; pero para el reparto de comisiones no habrá sesión sin una negociación “razonable” mediante, advirtió Pichetto.

El senador de Río Negro reconoció que la estrategia de retirarse del recinto la tomó “cuando se visualizó que no estaba (Carlos) Menem”, pero negó haber tenido contactos anteriores con el ex presidente.

Sin embargo, Pichetto dijo que está “dispuesto” a entablar negociaciones con Menem, e incluso una alianza, si el objetivo es “garantizar la gobernabilidad”.

El jefe de la bancada kirchnerista sostuvo que en un escenario de negociación el oficialismo debería quedarse con “mayoría en ocho comisiones”. En cambio, se enojó: “En Asuntos Constitucionales querían poner a todos opositores invulnerables. Con esos nombres, está claro que no quieren dialogar sino que quieren obstruir al gobierno”.

Así las cosas, 36 senadores de la oposición se mantuvieron en sus bancas esperando la presencia del riojano, alineado con el justicialismo disidente. Pero Menem nunca apareció.

La sesión preparatoria estaba convocada para elegir las autoridades de la Cámara, como ocurre cada año, pero también para dirimir el reparto de las comisiones, ya que la oposición argumentaba que tenía la mitad más uno de los miembros del cuerpo para imponer su criterio. Pero éste desconocía conversaciones previas: sin llegar a un acuerdo, oficialistas y opositores habían postergado el tema en diciembre, pero con la idea de que las comisiones de “gestión” quedaran para el oficialismo, y las de “control” para la oposición.

Ayer, el número era otro: 13 de las 25 comisiones (Justicia, Legislación General, Economía Nacional, Industria, Trabajo, Agricultura, Educación, Derechos y Garantías, Minería, Salud, Medios, Coparticipación y Ciencia y Técnica) iban a ser presididas por la oposición. En tanto, las 12 restantes, entre éstas Presupuesto y Hacienda, Asuntos Constitucionales, Relaciones Exteriores, Defensa, Acuerdos y Seguridad Interior, quedaban para el oficialismo.

Pero la oposición pretendía quedarse con mayoría de miembros en todas las comisiones, y también con la presidencia de  las comisiones bicamerales y especiales.

El kirchnerismo, apenas vio que le daban los números, respondió con un corte de mangas. “Si hubiéramos tenido la mayoría en siete o en ocho comisiones, o algún miembro que no esté blindado por la oposición, podríamos haber negociado”, dijo Pichetto tras forzar el fin de la sesión.

Con todo, ahora la cuestión es cómo sigue la pulseada. El senador oficialista José Mayans anticipó que el Frente para la Victoria no bajará al recinto “hasta que no haya un acuerdo o hasta que ellos no junten los 37 que necesitan para el quórum”.

Por su parte, el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, reclamó una nueva sesión para el próximo miércoles 3 de marzo. Y el jefe de la UCR, Ernesto Sanz, enfatizó que la oposición “seguirá viniendo todas las veces que sean necesarias” y acusó al oficialismo por “hacerle un daño enorme a la sociedad” por “no querer debatir”.

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