El ahora ex religioso celebró su última misa en la capilla de San Cayetano de la ciudad de Córdoba. Una multitud presenció la misa ofreciéndole una cálida despedida y apoyando su decisión de acompañar la lucha de la comunidad homosexual. “No quiero pertenecer más a una Iglesia monárquica, cerrada y autoritaria”, dijo Alessio antes de comenzar la misa.
Durante la ceremonia, que se realizó luego de una procesión por las calles del barrio de Altamira, el ex sacerdote pidió pan y trabajo para los argentinos. Anunció también a la prensa cordobesa que “No va a haber más misas, lo que si va a haber con mucha gente son encuentros donde vamos a compartir la vida y la fe”.
“No quiero ser institucionalmente párroco, me corro del control romano, dejo el ministerio desde el punto de vista oficial”, dijo el ahora ex sacerdote al portal de noticias cordobés Cadena3.com.
La misa se celebró en la plaza ubicada cerca de la capilla que lo tuvo como párroco durante 26 años. “No me voy siquiera de la comunidad que es fraterna, tal como la imaginó Jesús, simplemente me voy de una jerarquía que no termina de entender al pueblo y ahí no puedo estar más”, aclaró Alessio respondiendo al canto de “no se va, el Nico no se va” que entonaban los feligreses.
Nicolás Alessio comenzará a partir de ahora una nueva etapa en la que se dedicará de lleno a la política. Los comienzos de su carrera serán en las filas del juecismo, encabezado por el senador cordobés Luis Juez.
De la celebración participaron también los curas del grupo Angelelli, que Alessio integraba, y miembros del grupo de párrocos casados. Los mismos que lo habían acompañado el 18 de julio último concelebrando una misa junto al cura, cuando pesaba sobre él la prohibición de ejercer el ministerio.
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