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El que apuesta a los billetes verdes, ¿gana o pierde?

Desde muchas usinas financieras se apuntala la idea de que el dólar se disparará por las restricciones.


Las opciones de ahorro de fácil acceso para el ahorrista medio son limitadas y se reducen a un par de instrumentos: acciones que cotizan en la Bolsa local, depósitos a plazo fijo o la compra de dólares. La falta de información y conocimiento sobre los rendimientos que genera cada una de ellas lleva a muchos ciudadanos a tomar sus decisiones de ahorro a partir de rumores y versiones que no tienen fundamentos económicos. En este breve informe se desnuda la falsedad de una de las principales fábulas financieras que circulan por la city local, ésta es, que el dólar es la mejor opción de ahorro.

Para desnudar la falsedad de esa fábula comenzaremos comparando el rendimiento acumulado que obtuvo un ahorrista que optó por invertir en la Bolsa local, opción de fácil acceso a través de cualquier fondo común de inversión comercializado por los bancos líderes –cuyo rendimiento se expresa en la evolución del índice de cotizaciones Merval, de la Bolsa de Comercio porteña–, otro que optó por un plazo fijo y un tercero que prefirió comprar dólares (midiendo su cotización al cambio oficial y al paralelo).

Tomando como base enero de 2003 y asumiendo que las tres personas invirtieron 10.000 pesos, el análisis de los rendimientos sobre datos del Banco Central, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y la consulta a operadores bursátiles muestra que el ahorrista que compró acciones es el más favorecido: sus ahorros valieron, en mayo de 2012, unos 43.000 pesos. El que optó por un plazo fijo en pesos (una opción menos riesgosa) pasó a tener con esa elección 21.400 pesos. En cambio, para quien apostó al dólar, sus ahorros pasaron a valer bastante menos: 13.100 pesos. Incluso si ese inversor se arriesga y busca cambiar sus dólares al billete paralelo, tendría 17.000 pesos. Es decir, menos aún que quien optó por la tranquilidad de un plazo fijo.

Políticas y divisas

Otra versión que busca inducir a los ahorristas a comprar dólares, aún en el costoso mercado ilegal, es que la política de restricción a la compra de moneda extranjera es inefectiva induciendo a una corrida mayor que terminaría por torcerle el brazo al gobierno nacional forzando una brusca devaluación. Al aplicarse las restricciones, los datos oficiales de la autoridad monetaria sobre las compras del sector privado para acumular activos externos indican que la pérdida de divisas del Banco Central se detuvo inmediatamente.

Las profecías apocalípticas

También es una fantasía la idea de que la situación sea similar a la que llevó al derrumbe de la convertibilidad entre el dólar y el peso (la estrategia pergeñada por el economista Domingo Cavallo) y que las medidas de restricción a la compra de dólares son el anticipo de un nuevo corralito.

Un solo dato objetivo basta para desnudar la falta total de fundamentos de quienes buscan equiparar la situación económica presente con la existente a comienzos del siglo: el nivel de reservas acumuladas en el Banco Central. Tal como demuestra el análisis de las cifras, mientras que el primero de enero de 2002 las reservas eran de 14.000 millones de dólares, cayendo pronto hasta los 9.100 millones de la misma moneda estadounidense (en agosto de ese año), las reservas actuales son de 47.643 millones de dólares, fluctuando alrededor de ese nivel desde comienzos de 2008.

Esperamos que la información brindada en estos párrafos sirva a los ahorristas para tomar decisiones acertadas y evitar caer en manos de financieras que con pocos escrúpulos, aprovechan los rumores y el temor reinante para obtener diferencias fabulosas a su costa. El informe completo, con los respectivos cuadros y gráficos, puede consultarse en la página .

Economistas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires.

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