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El primer libro rioplatense, en guaraní

El primer libro incunable rioplatense está escrito en guaraní, lleva el título “De la Diferencia entre lo Temporal y Eterno” y lo escribió el jesuita Juan Eusebio Nierember.

El primer libro incunable rioplatense está escrito en guaraní, lleva el título “De la Diferencia entre lo Temporal y Eterno” y lo escribió el jesuita Juan Eusebio Nierember.

Fue editado en 1705 en las Misiones Jesuíticas de Loreto, en la actual provincia de Misiones, con la particularidad de que está escrito en guaraní.

Sólo se conocen dos ejemplares completos y hay páginas sueltas en la Biblioteca de la Compañía de Jesús en Roma que no llegan al centenar.

Uno de los ejemplares conocidos se encuentra en poder de un coleccionista privado, ejemplar del que se tuvo noticias por primera vez en Londres en 1930. El otro está en el Museo de Luján y perteneció originalmente al publicista Pedro de Angelis hasta que su última poseedora, Elisa Peña, lo donó al Museo en 1954.

Aunque la palabra “incunable” se refiere exclusivamente a los libros editados hasta el año 1500, es decir, en la cuna de la imprenta, es legítimo emplearla para designar por extensión y de manera simbólica a los libros más antiguos que se imprimieron en América (incunable americano) o en este caso en el Río de la Plata (incunable rioplatense).

El presidente del Instituto Bonaerense de Numismática y Antigüedades (IBNA), Diego Lo Tártaro, aseguró que este famoso libro, que originalmente fue editado en Madrid en 1640, tuvo luego traducciones a varios idiomas, hasta que los padres jesuitas Joseph Serrano como traductor y Juan Bautista Neumann como tipógrafo realizan su impresión en idioma guaraní.

Con excepción del papel que es genovés, el resto de los elementos utilizados: tipos, tinta y prensa, fueron hechos en las mismas misiones, motivo éste que la transforma en la primera imprenta de origen americano.

El libro cuenta con una portada, 472 páginas en guaraní, 12 páginas en español, que hacen un total de 485 páginas escritas, 42 grabados y 3 páginas en blanco.

En tanto, el padre Serrano tenía la capacidad y el conocimiento necesarios como filólogo, al traducir del español al guaraní conceptos abstractos que se refieren al espíritu, el alma y lo divino, para hacerlos comprensibles a los pueblos guaraníes.

Mientras que, en 2010, se reeditó el libro por impulso de Lo Tártaro y el aporte de las Bolsas de Comercio de Rosario y de Buenos Aires para conmemorar el Bicentenario de la Revolución de Mayo.

Los ejemplares fueron entregados gratuitamente a universidades, bibliotecas, museos y centros de estudios nacionales y extranjeros.

Esa edición tiene una detallada introducción del presbítero doctor Fernando Gil, vicedecano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires.

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