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El plazo fijo vuelve a enamorar a los inversores: cuál es el atractivo que le ven los ahorristas

Los depósitos en pesos a plazo fijo tradicional mostraron un cambio de dinámica durante la segunda quincena de enero


Los inversores y ahorristas volvieron a acercarse al plazo fijo tradicional. A pesar de las fuertes pérdidas que arrojan las tasas de interés en términos reales, teniendo en cuenta la inflación, durante la segunda mitad de enero se registró un repunte en las colocaciones, posiblemente vinculado a cambios estacionales.

Los datos oficiales indican que durante el primer mes del año los depósitos en pesos a plazo fijo tradicional constituidos por el sector privado ascendieron a casi $ 14 billones, lo que representa un avance nominal de apenas 8,7%, menos de la mitad de la inflación estimada por los analistas.

Sin embargo, durante la segunda quincena del mes se registró un repunte. Del 15 al cierre de enero, las colocaciones a plazo fijo tradicional registraron un incremento nominal del 10,3%, en línea con el avance generalizado de los precios de la economía (o, posiblemente, un poco superior).

Las consultoras privadas estiman que durante el mes pasado el Índice de Precios al Consumidor (IPC) habría registrado un avance de entre 18% y 20%. De confirmarse, en términos proporcionales, el repunte quincenal de las colocaciones a plazo fijo habría sido bastante cercano a estos niveles.

La recuperación resulta llamativa en un contexto de tasas de interés reales muy negativas, que ofrecen 9,1%, alrededor de la mitad del IPC. Además, representa un cambio de dinámica. En la primera quincena de enero y todo diciembre cayeron en términos nominales, lo que implicó una importante baja real.

Más depósitos a plazo fijo

Los analistas de LCG destacan que se redujo la caída en la tasa de renovación de plazos fijos. Ahora, la tasa es del 97%, lo que implica una mejora de 10 puntos porcentuales respecto a diciembre, influido por el desarme de aquel mes por parte de empresas para abonar salarios y aguinaldos.

Alejandro Giacoia, de Econviews, estima que el repunte de la segunda mitad de enero obedece a factores estacionales. Por la necesidad de liquidez que se registra entre finales de diciembre y principios de enero, crecen los depósitos a la vista y caen a plazo fijo. A principios del año, la dinámica suele revertirse.

Giacoia señala que, a pesar de las tasas de interés reales muy negativas, el crecimiento de las colocaciones está explicada, por un lado, por inversores institucionales (como Fondos Comunes de Inversión de liquidez) y, por otro, por ahorristas que se suscriben por desconocimiento a otras alternativas.

Entre mediados y finales de enero, los activos bajo administración en los fondos Money Market avanzaron 5%. Es decir, este instrumento, que en gran parte está conformado por plazos fijos, explicó la mitad de la suba de los depósitos a plazo en ese lapso. El resto, fue demanda directa de los inversores.

Aunque el repunte no fue generado totalmente por los Money Market, el asesor financiero José Ignacio Bano afirma que actualmente representan un sostén importante para los depósitos a plazo fijo, muy utilizado para la “caja chica”, con objetivos completamente transaccionales y de cortísimo plazo.

Cobertura contra la inflación

La caída real de los depósitos a plazo tradicional que se registró en el acumulado del primer mes del año (19% en términos reales, según cálculos de LCG) tuvo como contrapartida un avance en las colocaciones a plazo fijo UVA, que siguen la evolución del IPC que informa el Indec.

La búsqueda de cobertura ante la aceleración de la inflación se reflejó en una suba del stock de estas colocaciones, que en enero registraron un avance nominal del 35%, muy por encima de la inflación estimada, a pesar de la normativa de mantener la inversión durante un mínimo de seis meses.

Hacia adelante, de acuerdo con Giacoia, si la desaceleración de la inflación llega a niveles cercanos al 10% mensual y el Banco Central da una señal ajustando al alza las tasas de interés, puede haber una estabilización o, incluso, una mejora en los depósitos en pesos a plazo fijo tradicional.

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