El equipo de científicos argentinos liderados por Fernando Polack, director de la Fundación Infant, informó los resultados del estudio sobre la transfusión de plasma de personas que se recuperaron de covid-19 a otros con el curso de la infección para frenar su evolución, que se aplica en personas mayores con más posibilidad de tener un cuadro grave de salud. Es efectivo –en el 61% de los casos evitó la progresión de leve a severa– pero sólo si se lo administra en forma temprana: dentro de las 72 horas de la aparición de síntomas. Otra condición es que el plasma tenga anticuerpos suficientes, porque otras investigaciones apuntan a que esa carga disminuye conel correr de los días en los convalecientes.
Los investigadores hallaron que el plasma de convalecientes administrado en personas infectadas mayores de 65 años con enfermedades preexistentes, y en todos los mayores de 75 años, es eficaz para evitar que el covid-19 se transforme en una enfermedad respiratoria grave, siempre que se lo administre dentro de las primeras 72 horas de la aparición de síntomas y que el plasma tenga anticuerpos suficientes.
“El plasma, cuando se administró en forma temprana, tuvo un 61% de eficacia en disminuir la progresión en pacientes leves a tener enfermedad severa, interrumpió la enfermedad”, sostuvo Polack durante una conferencia de prensa. Las conclusiones del estudio aún no fueron publicadas en una revista científica, por lo que no están revisadas por pares.
El ensayo se realizó entre junio y octubre últimos, involucró a 160 personas mayores de 65 años con al menos una comorbilidad (hipertensión, diabetes, obesidad, insuficiencia renal y/o enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y a mayores de 75 años.
Los estudios fueron en hospitales y sanatorios de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires.
El diseño del estudio fue aleatorio, doble ciego y controlado con placebo: la mitad de los pacientes recibió al azar plasma de alto título de anticuerpos y el resto solución fisiológica, sin que médicos ni participantes supieran qué sustancia se administró a cada voluntario. Es un método para garantizar la imparcialidad en la evaluación de los resultados.
Tras la administración de plasma o placebo, se comparó la evolución de la enfermedad en ambos grupos. De los pacientes efectivamente tratados con plasma, sólo 9 necesitaron oxígeno contra 23 que recibieron tratamiento con placebo. El ensayo estima que una de cada seis personas tratadas con plasma que estadísticamente hubiera tenido enfermedad severa de no haberlo recibido, no llegó a desarrollarla.
“Este es el único estudio en el mundo contra el sars-cov-2 que se hizo con esta metodología rigurosa de comparación temprana de un grupo contra otro y, por lo tanto, otorga evidencia de que la enfermedad no avanzó debido a la administración del plasma y no por otras razones”, explicó Romina Libster, otra de las referentes del estudio.
Temprano, porque después no es útil
“Siempre pensamos el #plasma como administración temprana”, dice Fernando Polack de @fundacioninfant sobre el estudio de administración de plasma de convaleciente en forma temprana contra el #COVID19 en adultos mayores.
Hubo un 61% de eficacia en evitar la enfermedad grave pic.twitter.com/eID9NNfZo7
— Canal Abierto (@canalabiertoar) November 12, 2020
En un trabajo previo que coordinó el Hospital Italiano de Buenos Aires sobre pacientes hospitalizados con neumonía por covid-19, la transfusión de plasma de convalecientes no había producido beneficios clínicos significativos.
“El plasma rico en anticuerpos actúa al comienzo de la enfermedad evitando que avance, a diferencia de los ensayos realizados en pacientes graves donde detener la progresión de la covid-19 se hace más difícil y no se han encontrado beneficios concluyentes en su utilización”, aclararon los investigadores de la Fundación Infant.
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