Edición Impresa

El perfil de la economía deseada

Por Sergio Vacca (*)

El documento sobre el Plan Estratégico Industrial 2020 plantea un conjunto de argumentos que definen una relación unívoca entre desarrollo económico y social e industrialización con lo que queda definido el perfil estratégico de la economía argentina.

En principio se destacan los efectos sobre la creación de empleo de calidad, la distribución del ingreso, la difusión y desarrollo de tecnologías nacionales y su capacidad de articular en forma virtuosa con otros rubros. En el sentido anterior, se plantea que “el concepto de industria debe tomarse con una definición amplia, que implique toda agregación de valor y conocimiento en una cadena de producción. Esta concepción deja de lado falsas antinomias, como la de campo vs. industria”.

Se entiende que el aprovechamiento de los altos valores internacionales de los commodities debe ser aprovechado para potenciar la diversificación de la matriz productiva basada en la agregación de valor y así evitar caer en la primarización de la producción.

Para ello es importante la atenuación de la restricción externa, acompañada de una profundización del intercambio comercial sur-sur entre países de similar desarrollo relativo a efectos de contrarrestar la presión de países como China sobre el precio de las manufacturas de origen industrial. También se plantea avanzar en la industrialización de los segmentos específicos con mayor diferenciación para evitar la competencia por escala, que siempre suele ser vía precios.

Se entiende que el Mercosur y la región son activos estratégicos para la concreción de estos objetivos. Los lineamientos macroeconómicos del Plan se plantean sobre la base de cinco pilares:

n Demanda interna sostenida y superávit fiscal: puntos de partida para expandir los niveles de consumo con pleno empleo y preservar los salarios reales. Esto debe estar acompañado de inversión pública en infraestructura que acompañe la inversión privada, educación y fomento a la investigación.

n Defensa del mercado interno y sustitución de importaciones: se plantea como condición necesaria la protección de la industria local frente a la competencia desleal que deriva del dumping comercial, financiero, ambiental y social, así como la aplicación de subsidios. Sumando a esto los incentivos adecuados es posible integrar vertical y horizontalmente las cadenas de valor.

n Tipo de cambio competitivo: facilita la generación de superávit comercial  y de divisas evitando la restricción externa al crecimiento y al endeudamiento. Asimismo el sostenimiento de un tipo de cambio competitivo y diferencial permite generar valor local aumentando exportaciones e inversión privada.

n Aumento de exportaciones: se concibe como otro eje de política económica pero basado en el dinamismo del mercado interno como plataforma.

n Fomento de la inversión productiva: se plantea como objetivo alcanzar un ratio de inversiones del 28 por ciento del PBI para sostener un crecimiento anual promedio del 5 por ciento y así duplicar el PBI en el 2020. El apoyo a las inversiones será identificado sectorialmente y por eslabones para mejorar la competitividad de cada cadena de producción.

Durante el proceso de elaboración del documento, se estudiaron nueve cadenas productivas donde participaron los principales exponentes del sector empresario y de los trabajadores, universidades, centros tecnológicos, ministerios, gobiernos provinciales y municipios.

En resumen se acordaron nueve puntos derivados de las mesas de trabajo. A saber:

1.– Necesidad de un Estado presente para planificar estratégicamente la política industrial articulada entre los distintos actores.

2.– Un mercado interno pujante que sea la base de la inversión, la agregación de valor y el salto exportador aumentando la oferta, la productividad y la competitividad.

3.– El crecimiento con inclusión, lo cual implica federalizar la industrialización, generando inversiones en economías regionales para lograr la mayor industrialización de materias primas, el concepto fue “ industrializar la ruralidad”.

4.– Lograr un salto exportador para lograr mayores escalas y calidades a nivel internacional.

5.– Una política de abastecimiento de insumos difundidos de clase mundial, dado que su producción tiene un alto grado de concentración y es de capital intensiva. El estado accionará para promover la expansión de las capacidades instaladas a fin de alcanzar escalas óptimas, asegurando precios competitivos en un marco de respeto por el medio ambiente.

6.– Una política de gestión de materias primas agropecuarias y minerales a efectos de lograr mayor agregación de valor a nivel local. Se deberá incentivar la oferta de materias primas agropecuarias de uso industrial incorporando tecnologías y mejorando las prácticas productivas.

7.– Mayor financiamiento para la inversión y el comercio exterior potenciando programas y herramientas existentes.

8.– Fuerte política de formación de recursos humanos, promoviendo las carreras técnicas, para lo cual se debe ampliar la oferta de tecnicaturas, profundizar los incentivos para la formación y capacitación en empresas y potenciar los centros de formación gestionados por sindicatos y cámaras empresarias.

9.– Política de innovación, diseño y marketing, generando centros de desarrollo tecnológico, potenciando la transferencia de tecnologías, incentivando las acciones de innovación y marketing. Para ello se debe aumentar la participación de las universidades en programas públicos de fomento y centros tecnológicos.

 

(*) Ingeniero electricista egresado de la UNR. Docente de la Facultad de Ingeniería de la UNR. Presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario. Vicepresidente 3° de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra)

Comentarios