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A 50 kilómetros de Asunción

El Papa y una multitudinaria misa en Caacupé: “Acá se está en casa”

Francisco exaltó a la mujer paraguaya, "la más gloriosa de América", y por quien pidió la bendición de Dios. En un gesto a los pueblos originarios, el inicio de la homilía fue recitado en guaraní.


“Estar aquí con ustedes es sentirme en casa, a los pies de nuestra madre, en un santuario los hijos nos encontramos con nuestra madre y aquí recordamos que somos hermanos”, dijo el papa Francisco al iniciar su homilía en el santuario de la virgen de los milagros de Caacupé, capital espiritual del Paraguay.

Francisco, que rechazó ponerse la mitra (sombrero papal de ala ancha) y empleó el solideo en un gesto de humildad, aseguró: “Este santuario atesora la memoria de un pueblo que sabe que María es madre y que ha estado y está al lado de sus hijos, en nuestros hospitales, escuelas y casas. Ha estado en la formación de la patria haciéndonos nación siempre con una presencia discreta”.

“Quisiera referirme a ustedes de un modo especial, madres y mujeres paraguayas que con su abnegación y valor han sabido levantar a un país derrotado y sumergido por una guerra inicua. Ustedes tienen la genética de aquellas que reconstruyeron la vida y la dignidad de su pueblo junto a María”, afirmó el Papa quien pidió a Dios que “bendiga a la mujer paraguaya, la más glorioso de América”.

El Papa recorrió primero el interior del santuario, saludó y charló brevemente con fieles que rompieron en llanto. Al llegar al altar se arrodilló para orar por unos breves minutos como lo hiciera cualquier peregrino.

Sonriente en todo momento, y con el semblante descansado luego del cansancio que demostró ayer en su llegada al país, se tomó el tiempo de saludar uno por uno a los sacerdotes presentes y se tomó incluso una selfie con algunos de ellos. El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor José María Arancedo.

Destacó también que un enrejado colocado a pedido del presidente Cartes para la misa del 8 de diciembre en la que participó fue abierto a solicitud del Papa para estar cerca de la gente.

Los medios paraguayos, en tanto, se abocaron a comparar la visita de Francisco con la realizada por Juan Pablo II en 1988, destacando que si bien ambos pontificados están marcados por lideres carismáticos, el del papa argentino es mucho más cercano a la gente.

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