El papa Francisco le pidió que “no se dejen maltratar” y “hagan lío” a los 5.500 jóvenes argentinos, a los que recibió este mediodía en la Catedral de Río de Janeiro. “Quiero que la iglesia salga a la calle (…) Los colegios, las parroquias, las instituciones (católicas) deben salir. Si no salen, se transforman en una ONG y la Iglesia no puede ser una ONG”, afirmó
El encuentro con los peregrinos que hicieron cola durante toda una noche lluviosa en la catedral carioca se extendió por más de 20 minutos.
El Papa les pidió a los jóvenes, además, que se ocupen de los ancianos y los más necesitados, y que sobre todo, escuchen sus reclamos.
“No dejen que se desvirtúe la fe”, también les solicitó a los miles de peregrinos, de los que los separaba una valla. En alusión a esa separación, dijo sentir “pena” por encontrarse separado de los fieles y sentirse “enjaulado”.
A pesar del importante operativo de seguridad montado, Francisco logró además saludar a los jóvenes que no habían podido ingresar a la catedral paulista.
Asimismo, gran cantidad de fieles argentinos quedaron fuera del encuentro. “Gracias a los de adentro y a los de afuera por venir”, dijo Francisco.
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