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Penúltimo día

El padrenuestro resonó en guaraní

En Caacupé, el pontífice, al que se lo vio más cansado, rezó con emoción en el idioma del pueblo originario paraguayo.


Un fervor multitudinario acompañó ayer al papa Francisco en el santuario de la Virgen de los Milagros de Caacupé, patrona de Paraguay donde, más cansado que otros días, dio una misa para alrededor de un millón de personas y rezó el padrenuestro en guaraní.

Hoy, se despedirá con una misa en el campo militar de Ñu Guazú y luego se reunirá con jóvenes antes de regresar al Vaticano, tras siete días de una agenda intensa.

Una multitud tomó la Villa Serrana de Caacupé, 50 kilómetros al este de Asunción, en donde Francisco, en uno de los momentos de mayor alegría colectiva, rezó junto a los fieles el padrenuestro en guaraní, la lengua oficial al igual que el castellano de esta nación de siete millones de habitantes, 90 por ciento de ellos católicos.

“Estar aquí con ustedes es sentirme en casa, a los pies de nuestra Madre La Virgen de los Milagros de Caacupé”, dijo ante miles de personas que cargaban pancartas con frases célebres del sumo pontífice, mientras ondeaban banderas con los colores del Vaticano, de Paraguay e incluso de la argentina natal de Francisco.

El Papa, de 78 años, saludó a enfermos y minusválidos al interior de la basílica, donde un coro entonó canciones religiosas a ritmo de la polca paraguaya, que emocionaron tanto a Francisco que demoró su salida a la misa pública, indicó el obispo de Caacupé, Claudio Jiménez.

Con el rostro algo descompuesto reapareció e inició la misa con voz fuerte y habitual.

“Como han podido ver ustedes mismos el pontífice está bien, todo ok”, aseguró el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, negando que la ausencia por once minutos del Papa al retirarse de la procesión hubiera sido causada por problemas de salud.

Oda a la mujer paraguaya

El Papa enfatizó su conocida admiración a la mujer paraguaya, heroína en la reconstrucción del este país en cenizas tras la Guerra de la Triple Alianza (1864-70) contra Brasil, Argentina y Uruguay que diezmó a su población masculina.

A través de la Virgen de Caacupé, el sumo pontífice quiso homenajear otra vez a la mujer de este país como lo hizo anteayer en su primera intervención pública ante el presidente de la República, Horacio Cartes.

“Ustedes tienen la memoria, la genética de aquéllas que reconstruyeron la vida, la fe, la dignidad de su pueblo. Como María, han vivido situaciones muy, muy difíciles, que desde una lógica común serían contrarias a toda fe”, reconoció el pontífice.

Con niños enfermos

Antes de arribar a tierra caacu-peña, visitó el hospital pediátrico “Acosta Ñu”, donde le dijo a los pequeños internados y al personal médico que “los niños están dentro de los predilectos de Jesús”.

“Jesús mira y dice: Aprendan de ellos. Debemos aprender de ustedes, de su confianza, alegría, ternura; de su capacidad de lucha y fortaleza, de su incomparable capacidad de aguante”, expresó.

“Verlos a ustedes nos da fuerza, nos da ánimo para tener confianza, para seguir adelante”, les dijo el Papa.

Cristina acusó a un diario que “miente y tergiversa” al Papa

La presidenta Cristina Fernández aseguró que en el diario porteño La Nación “ya no sólo mienten con descaro, lo que no es ninguna novedad, sino que ahora literalmente tergiversan lo que el Papa escribe y piensa”. La jefa del Estado se refirió de ese modo a una nota publicada en la tapa de ese diario, ayer, que sostenía que el telegrama de salutación del Papa a Cristina pedía “mayor compromiso con la justicia en la Argentina”.

El texto decía: “Me alegra enviar un cordial saludo a vuestra excelencia, expresando mi cercanía y afecto a esta querida nación, para la que pido al Señor copiosas gracias que le permitan progresar en los valores humanos y espirituales, acrecentando el compromiso por la justicia y la paz”.

A través de las redes sociales, la presidenta expresó que “como siempre, una vez más, La Nación muestra la hilacha. Pero la mentira tiene patas cortas, a Dios gracias. Amén”, destacó. La mandataria viajaba al cierre de esta edición a Paraguay, para participar de la misa de hoy, con la que Francisco cerrará su gira de una semana en Sudamérica.

Reunión con familiares de Madres de Plaza de Mayo

El papa Francisco mantuvo ayer en Asunción un “conmovedor” encuentro con familiares de Esther Ballestrino de Careaga, una de las fundadoras de la organización Madres de Plaza de Mayo y con quien el Pontífice trabajó cuando tenía 17 años.

Así lo reveló Ana Careaga, hija de la mujer asesinada durante la última dictadura (1976/83) y quien fue jefa del entonces Jorge Bergoglio, un técnico de laboratorio que ni pensaba en llegar a Pontífice.

Ballestrino, hija de padre paraguayo, cursó sus estudios y se recibió de bioquímica-farmacéutica en Asunción, pero tuvo que exiliarse en Argentina durante la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954/89).

La familia Careaga sufrió en carne propia la represión, Ana logró sobrevivir a un secuestro y tiene un cuñado desaparecido, además de la muerte de su madre que fue secuestrada el 8 de diciembre de 1977 junto a otras personas frente a la Iglesia de Santa Cruz de Buenos Aires por militares, incluido el ex capitán Alfredo Astiz, que cumple condena a prisión perpetua.

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