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Hijo de Ana Rubel y Hugo Castro

El nieto 116 dijo estar “contento de encontrar esta verdad”

Jorge Castro Rubel pidió que los que tengan dudas se acerquen a Abuelas. "Hay gente preparada que los va a atender con mucha calidez. No duden en dar ese paso”, indicó. El joven ya se encontró con familiares de sus padres, que siguen desaparecidos”.


Jorge Castro Rubel, el último nieto en recuperar su identidad, pidió que “quienes tengan dudas sobre su identidad, se acerquen a Abuelas, no lo duden porque hay gente preparada, que los va a recibir con mucha calidez”, y enfatizó: “Después los resultados serán unos u otros pero no duden en dar ese paso”.

Jorge, que desde el 4 de diciembre último sabe que es hijo de Ana Rubel y Hugo Castro, militantes de las FAL (Frente Argentino de Liberación), resaltó que “está contento de encontrar esta verdad”.

En ese marco relató que cuando recibió el llamado de Claudia Carlotto, titular de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) le “costó entender, me conmocionó y nos fuimos (con su esposa) para el centro, a ver a Claudia que si bien informa los resultados del análisis durante una entrevista, durante un encuentro en persona, le fui sacando datos mientras hablábamos por celular, mientras iba en el auto”.

“Le insistí, la ansiedad era muy grande”, dijo Jorge, quien agregó: “Con esa primera información llegué y empezamos a conocer mi historia”.

El nieto número 116 en recuperar su identidad por la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo y el cuarto en lo que va del año es sociólogo, egresado de la UBA, tiene dos hijos y ya se encontró con “esa familia que me esperaba, que me estaba buscando”, en referencia a los tíos Perla, de parte materna y Rubén, de parte paterna. También se reunió con sus primas y explicó: “Me preocupaban los vínculos, tanto a mí como a ellos, pero nos hemos llevado muy bien, y sé que también tengo familia en el exterior”.

El joven que hoy se desempeña como investigador asistente del Conicet, fue criado por civiles, y hace dos meses se presentó en forma espontánea a realizarse los análisis de ADN porque tenía dudas sobre su historia.

El hijo de Ana y Hugo, que fueron secuestrados en enero de 1977 por el Ejército y estuvieron en algún centro clandestino de detención dependiente de esa fuerza hasta que Ana fue llevada a la ESMA para dar a luz, destacó: “si hablo con la prensa es porque creo que con la difusión del caso podemos estimular a que otros se animen a acercarse a Abuelas, a la Conadi, y se resuelvan todos los casos que todavía están pendientes”.

Jorge es sociólogo de la UBA, investigador del Conicet, y hace una semana supo que era hijo de desaparecidos y había nacido en la ex Esma, un lugar que visitó el 24 de marzo de 2004 cuando Néstor Kirchner anunció que iba a ser convertido en un Espacio para la Memoria.

En la conferencia de prensa en la que Carlotto leyó el comunicado en el que se relataba la historia de Jorge, lo describió como “un chico alegre y generoso” y agregó que “cuando lo conozcan van a ver que no son palabras de una abuela que está obnubilada por la alegría y el amor, sino que la forma en la que lo describo es verdad”.

Fueron las Abuelas las que informaron hace días la historia de los padres del joven: Ana Rubel, su madre, era maestra y estudiante de Ciencias Económicas, mientras que Hugo era maestro mayor de obra, vivió en Córdoba donde trabajó como obrero de la Ford y cuando se mudó a Buenos Aires comenzó a estudiar Arquitectura en la UBA.

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