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Reflexiones

“El menemismo y los K acuñaron 30% de pobres”

Es notorio el resultado que se obtiene al comparar década contra década.

Juan Carlos Schmid es un rosarino que nace gremialmente en lo que se conoce como Vías Navegales (Embarcados) hace más de 30 años, cuando la representatividad gremial de este sector estaba en manos de ATE, que a su vez conducían dos pesos pesado del movimiento obrero como Héctor Quagliaro y Mario “Negro” Aguirre.

Schmid y un grupo de compañeros comenzaron a advertir que la calidad de embarcados no condecía con los parámetros de los administrativos. Esta vieja lucha termina con la escisión de ATE y la creación del Sindicato del Personal Embarcado Dragado y Balizamiento, hace ya 33 años. Primero y a manera de normalizador, estuvo a cargo el trágicamente desaparecido hace pocos días Jesús González, para luego ganar las elecciones Juan Carlos Schmid.

Este hombre, además de integrar la Federación Internacional del Transporte (ITF), preside la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Schmid es un hombre de aparente dureza y de ideas claras. Es un gran dialoguista, cualidad que le permitió concertar con gremios del transporte de todas las centrales que hoy cohabitan en Argentina el paro realizado esta semana. El próximo 14 de este mes, en el gremio de la UTA, se producirá el congreso de la unificación del sector del transporte. Es muy probable que quien haya logrado este paso tan importante pueda luego de las elecciones presidenciales convertirse en el artífice de la unidad del movimiento obrero argentino.

Consultado sobre si convocar a un paro sólo por el impuesto a las ganancias que afecta el salario de los trabajadores no era una medida parcial ante otras demandas, Schmid le dijo a esta periodista: “Ganancias fue el último punto para esta convocatoria; jubilados e inflación como protagonistas de la pobreza fueron los actores principales. La inflación golpea con más fuerza a los sectores de menos ingresos que el impuesto a las ganancias a los de mayores ingresos. La inflación es un factor que provoca estancamiento económico y empobrecimiento. ¿Quién puede creer que un jubilado con 70 años pueda vivir con un ingreso menor (3.800 pesos) al Salario Mínimo Vital y Móvil (4.716 pesos)?”.

Días atrás conversando con Jorge Sola, responsable del Observatorio de la Pobreza de la CGT que lidera Hugo Moyano, me decía que “Si alineamos a todos los pobres que hay en Argentina uno tras otro, esta línea imaginaria iría desde Ushuaia a Jujuy. Si el mismo ejercicio lo realizáramos para dimensionar la cantidad de indigentes, esta línea imaginaria atravesaría desde Santa Fe a Capital Federal”.

También quiero recordar que Pablo Gallo, director ejecutivo del Cippes, acerca de la pobreza aseveró: “Es notorio el resultado que se obtiene al comparar década contra década. La menemista del 90 –destrucción del trabajo– dio como resultado un 32 por ciento. La kirchnerista –recuperación del trabajo– da como resultado promedio un 31 por ciento de pobreza”. Si a los datos nos remitimos lo increíble es que, en el país proveedor de alimentos para 400 millones de personas, Argentina durante los últimos 20 años no ha podido, no ha sabido, no ha querido destruir el núcleo duro de la pobreza. Por eso hay tres generaciones de familias que son analfabetas laborales.

Seguí conversando con Juan Carlos Schmid. Sobre la presión tributaria en Argentina dijo: “Tributamos como un país nórdico pero somos un país de la periferia del mundo desarrollado. Pasaremos por muchos puentes hasta llegar a los estándares sociales de esos países. El ministro Randazzo dijo que nosotros debemos recapacitar. Hace 12 años que en el área portuaria y marítima la planificación y la infraestructura están ausentes. Nos fueron cambiando de pertenencia hasta crear el Ministerio del Interior y Transporte y desde allí dar el primer paso para recuperar algunas de estas ausencias con la remodelación del plantel ferroviario que está en marcha, pero ahora nos pasan a Economía. Me pregunto: ¿el gobierno va a seguir tratando a este sector del transporte como un enorme rompecabezas o lo quiere insertar y transformar para hacerlo competitivo en el siglo XXI? Es el gobierno el que tiene que recapacitar. En materia de logística e infraestructura no se ha hecho nada en los últimos 40 años”.

A todo lo expresado por Schmid y para convalidar sus palabras se le debe agregar un hecho auspicioso por un lado pero revelador del retroceso que menciona el dirigente por otro. Rosario-Retiro volvió a tener tren. En la década del 70 ese recorrido se realizaba en tres horas y media. Hoy dicen que en forma transitoria (los argentinos sabemos que cuando algo es transitorio llegó para quedarse), demora, 40 años después, seis horas y media.

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