Policiales

Sin prevención

El límite entre la Vía Honda y Triángulo y Moderno cercado por búnkers, balas y muerte

Con el asesinato de Alejandro Tourn este viernes en Cerrillos al 3700, los ataques armados en esa zona dejaron seis homicidios y cinco heridos de bala en poco más de un año. Si se suman las declaraciones en cada uno de los hechos se evidencia el funcionamiento de ochos búnkers en los alrededores


No es la primera vez que las cuadras de Cerrillos entre el 3700 y el 3800, en el límite con los barrios Vía Honda y Triángulo y Moderno, son testigos de la más cruda violencia armada digitada por las disputas territoriales del narcomenudeo: en poco más de un año se cometieron seis asesinatos y hubo al menos cinco heridos de bala.

El viernes 12 de marzo pasadas las 22 dos atacantes en moto dispararon contra un grupo de personas que estaban en la entrada de un pasillo de Cerrillos al 3700. Gatillaron una veintena de veces y dejaron un cuádruple crimen: el boxeador Brian “La Cobra” Zarza, de 27 años;  Lucas Rivero Luján, de 24, y Esteban Benítez, de 34, murieron casi en el acto. En tanto, Miguel Ángel Alcaraz, de 42 y vecino de la cuadra, recibió múltiples balazos y luchó por su vida en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) hasta el 18 de marzo cuando los médicos informaron que había fallecido. En ese momento, los habitantes de la zona contaron con algún recelo que en ese pasillo funcionaba un punto de venta de drogas y la hipótesis rondó en que el ataque venía por una deuda o por los rivales que explotan el narcomenudeo al oeste, por Felipe Moré.

Son cuatro los muertos por ataque a tiros en un pasillo del sudoeste

Con la conmoción, la bronca y el dolor por el cuádruple homicidio todo se tranquilizó por unos meses, hasta la noche del 4 de diciembre pasado cuando un joven fue baleado en el abdomen en la improvisada canchita de fútbol 11 que está en Cerrillos al 3800.

El trasfondo de este ataque que no fue fatal por el azar recién se conocería el 5 de mayo pasado en la audiencia imputativa donde el fiscal Gastón Ávila acusó a Nelson “Pandu” Aguirre, preso en la Unidad 1 de Coronda por una condena a 16 años por el crimen Javier Barquilla en Villa Banana, como líder de una gavilla dedicada al narcomenudeo y hechos de violencia bajo las órdenes de Ariel “Viejo” Cantero en la zona oeste.

Puntualmente la Fiscalía lo acusó de instigar la tentativa de homicidio de este joven, quien había ido a comprar droga a “El Arco” de Cerrillos al 3800. Para el fiscal, Pandu pagó 100 mil pesos a otros dos laderos para que balearan a cualquier persona que esté cerca del punto de ventas de drogas que está en lado sur de la canchita. El móvil fue porque su ex pareja no le había pagado por explotar ese lugar.

Un búnker debajo de un arco de fútbol, la lucha por el control y un intento de homicidio

El día de la audiencia se conoció por la declaración de un testigo protegido que además de ese búnker había otros cinco o seis por calle Felipe Moré, casi todos a cargo de Romina B., la ex de Pandu. Esta distribución hace que las disputas por el liderazgo del territorio estén a la orden del día. Conocedores de los lugares más violentos de Rosario explicaron que desde hace unos cuatro años, las grandes bandas cambiaron la forma de explotar el narcomenudeo. Ahora, los organizadores del tráfico y la comercialización a gran escala no intervienen si hay robos o peleas por el territorio, sólo se dedican a bajar los estupefacientes y cobrar las ganancias bajo la connivencia policial.

Al hacerse pública esta situación hubo una leve calma por tres meses hasta el martes 9 de agosto cuando en plena tarde bajaron dos gatilleros de un auto y abrieron fuego en la canchita de Cerrillos al 3800. Ese día, muchas familias y chicos que disfrutaban del potrero quedaron en medio de las balas.

Disparan a mansalva en la Vía Honda: un muerto y dos heridos

Jorge Alberto Bustos, de 20 años, recibió un disparo en el cráneo y falleció antes del llegar al Heca mientras que una mujer, de 40, quedó internada en gravísimo estado por múltiples balazos. También tuvo que ser asistido un adolescente de 13 años por heridas de bala en una de sus piernas.

La prevención provincial y federal nunca llegó porque pasó una semana y este martes 16 de agosto hubo otro ataque armado frente a la canchita de Cerrillos al 3800: un joven de 23 años terminó baleado en una pierna y un hombre de 39, herido en el abdomen y el omóplato.

La brecha para la violencia se acorta cada vez más, ya que pasaron 72 horas hasta que este viernes fue acribillado Alejandro Tourn cuando estaba dentro de un auto en Cerrillos al 3700.

Estaba dentro de un auto y lo acribillaron desde otro en Cerrillos al 3700: tenía 28 años

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